Alstom es una gran empresa francesa multinacional con presencia en 70 países, que se dedica a la generación y distribución de electricidad, la fabricación de trenes (como el TGV, Eurostar o tranvías) y barcos. La mayor parte de sus acciones está en manos del Estado francés.
De un lado, el gobierno, sorprendido por la fecha de cierre, muestra ‘asombro’ a la vez que mira para otro lado. Hollande, quien organizó el desmantelamiento de Alstom-Energie, imponiendo la Reforma Laboral y el abaratamiento del despido, se pone el disfraz de “salvador” y negocia con la patronal de Alstom.
Del otro lado, frente a las negociaciones desde arriba, los trabajadores no se dejaron engañar y expresaron este 15 de septiembre su determinación de decir: ¡No al cierre! Del lado de los sindicatos, han llamado a la asamblea a todas las plantas de la empresa para declararse en huelga el 27 de septiembre, día de reunión de las eléctricas.
Esta huelga, sin duda ejercerá presión sobre el estado. Pero para exigir el mantenimiento de un cupo de trabajo de larga duración, las promesas no son suficientes sin la nacionalización de Alstom -sin indemnización ni reembolso-, bajo control de los trabajadores.
A la noticia del cierre, los trabajadores respondieron el 15 de septiembre, día de movilización por la derogación de la Reforma Laboral, en el terreno de la lucha contra el gobierno y la patronal de Alstom, para reafirmar su determinación de conservar el empleo y la fábrica.
Más de 2000 personas se manifestaron con el apoyo de la población comarcal y local de Belfort.
“Alstom, es Belfort”
Contra el nuevo ataque a los derechos laborales que quiere imponer la patronal de Alstom, de la cual el estado es el principal accionista, los cargos locales y los representantes sindicales de CGT, CFDT, CFE-CGC y FO en Belfort presentaron y votaron una moción por unanimidad en el Ayuntamiento republicano (partido de derecha de N. Sarkozy), en un pleno que mezclaba a la clase política con los representantes sindicales.
Pero un ejemplo de que los trabajadores combativos y la población no se dejan engañar por las “soluciones” que vienen de arriba y de esta clase política que sólo quiere perpetuarse, es que durante la votación de la moción los cargos municipales fueron abucheados por decenas de trabajadores de Alstom y vecinos de Belfort que asistían al pleno.
También fue abucheada la vicepresidenta del Partido Socialista del Consejo Regional de Borgoña-Condado Franco, Maude Clavequin. “Son los accionarios quienes mandan y vosotros quienes cumplís” gritaba una persona contra los políticos y el “Estado accionista”.
Contra este nuevo ataque a las condiciones de trabajo, hay que evitar a cualquier precio que el gobierno lleve esta lucha a un callejón sin salida.
El apoyo mayoritario de la población a la movilización contra la Reforma Laboral es lo que permitió dar más fuerza a la vanguardia obrera, pero también una mayor legitimidad a la lucha de la juventud en solidaridad con los trabajadores desde la pasada primavera.
Una muestra de que hay una solidaridad en marcha, aunque es necesario que aumente, es el centenar de personas que se manifestaban frente al Ayuntamiento de Belfort durante la votación de la moción. Es esta presión la que este ayuntamiento de derecha instrumentalizaba colocando una banderola de 26 metros por los servicios municipales este 20 de septiembre.
¿Una huelga sólo para presionar o para imponer nuestras soluciones?
La intersindical (CFE-CGC, CGT, CFDT, FO) de Alstom llamó el pasado 14 de septiembre a todos los trabajadores de la construcción de ferrocarriles a parar el 27 de septiembre contra el proyecto de fin de la producción de trenes en Belfort, según indicaron a la Agencia Francesa de Prensa representantes de los cuatro sindicatos.
En un acuerdo común, la intersindical exige “la continuación de todas las plantas de Alstom Transporte en Francia y de todos los puestos de trabajo en cada planta, especialmente en Belfort”, “el fin de la deslocalización de fábricas y oficinas” y “la reintegración en las plantas francesas de las actividades deslocalizadas”.
La intersindical exige también que el Director Ejecutivo se explique ante las instancias representativas del personal, paralizando las negociaciones en curso. Una demanda que ha sido ejecutada, ya que para el próximo día 26 se reúne la dirección de la empresa en su sede de Saint-Ouen para tratar la situación de la fábrica de Belfort, con la presencia demandada por la intersindical del Director, Henri Poupart-Lafarge, para explicar la situación ante los representantes sindicales.
“Es para, al mismo tiempo, responder a la patronal de Alstom y encontrar soluciones permanentes por parte del estado sobre la situación de la planta de Belfort” explicaba Claude Mandart, coordinador de la CFE-CGC, principal organización sindical en Alstom France. “Debemos presionar a la patronal de Alstom y al gobierno, ambos responsables de esta situación”, subrayan los sindicatos.
De esta manera se señala en las reivindicaciones de la intersindical la voluntad de exigir que el Estado asuma “la responsabilidad de asegurar la continuidad de todas las plantas, especialmente Alstom Transport en Belfort y todos los empleos”.
La pregunta, sin embargo, es: ¿Cómo imaginar que el Estado, uno de los principales responsables de la situación de desmantelamiento de Alstom, pueda ofrecer una solución permanente que vaya más allá de las elecciones presidenciales?
El estado no puede ofrecer soluciones de fondo y exigir ‘medidas de Estado’ no basta para garantizar la permanencia de la empresa. La única salida progresista pasa por exigir la nacionalización de Alstom bajo control de los trabajadores, sin indemnización, en lucha para que el estado asegure la viabilidad de las plantas, garantizando su salida al mercado.
Traducción: Jorge Remacha |