Nueva York
Allá lejos, entre pares, lejos y alejados de las necesidades del pueblo trabajador, las palabras fluyen. Bachelet hizo una advertencia sobre el “malestar de los ciudadanos”.
Explicó que “ellos nos están mostrando que en sus vidas cotidianas, en sus lugares de trabajo, en las escuelas de sus hijos, en la salud de sus familias, en la seguridad de sus ciudades, en las pensiones de sus padres y madres, y en la relación entre hombres y mujeres, los efectos negativos del desarrollo inequitativo siguen presentes”.
Palabras de buena crianza, que distan mucho de sus verdaderas intenciones.
Santiago
Mientras tanto en Santiago, el grito por NO+AFP encuentra oídos sordos.
“En las escuelas de sus hijos”, prevalece la represión a los estudiantes movilizados, así como en las Universidades, mientras que el proyecto de reforma del Gobierno mantiene intactos los pilares de la educación de mercado, y la gratuidad no es más que una especie de beca ampliada.
“En sus lugares de trabajo”, directamente es un choque: para el reajuste del sector público, el Gobierno propuso un aumento incluso inferior a la inflación prevista.
Si, “los efectos negativos del desarrollo inequitativo siguen presentes”. Pero es la política de ellos: los empresarios y su casta de funcionarios y parlamentarios.
La guerra y la paz
La negociación por el reajuste del sector público tensiona nuevamente las relaciones con el movimiento de los trabajadores. Tras la burla de la reforma laboral, los ataques con los despidos, los sueldos de hambre con aumentos de 0% del que se vanaglorian en Codelco, este aumento para el sector público inferior a la inflación.
A la política del Gobierno y los empresarios, apoyada por la derecha, se suma la inestimable ayuda que les prestan las cúpulas burocráticas sindicales. Como sabemos, la dirigencia de la CUT se limitó al inútil lobby parlamentario durante la discusión de la reforma laboral.
Ahora, definen bien la situación: “es una provocación”, dicen, Y agregan con lenguaje fuerte: “es una declaración de guerra”.
¿Pero se preparan para la guerra? No, lejos de eso, actúan como en tiempos de paz. Anuncian que respaldarán movilizaciones. No llaman a un Paro Nacional del sector público. No llaman a asambleas de base y a un estado de movilización inmediato. No están, una vez más a la altura, incluso de sus propias palabras. Por eso, como por el fraude, y también el posterior acuerdo espúreo, en las elecciones CUT, la conclusión es reimpulsar la lucha por una nueva Central Unica de Trabajadores, combativa, clasista, independiente del Gobierno y los empresarios. Comenzando por convocar a un Paro Nacional hasta conquistar las demandas de los trabajadores públicos, que puede impulsar y fortalecer el Paro Nacional por NO+AFP convocado para el 4 de noviembre. |