La editorial Planeta editó la autobiografía del legendario número 10 de Independiente: "Yo, el Bocha". El ídolo de Maradona regala al público una nueva gambeta.
La frase del titulo de la nota pertenece a Diego Armando Maradona y forma parte de uno de los prólogos (el otro pertenece a Daniel Bertoni) de “Yo, el Bocha”, la autobiografía del máximo ídolo de los diablos rojos. En el mismo, el Bocha relata una vida dedicada al fútbol y los distintos testimonios que se suceden, no hacen más que homenajear al hombre que fue protagonista indiscutible de la época dorada del balonpié argentino.
Nacido en la localidad bonaerense de Zarate en 1954, hijo de padre albañil y madre ama de casa, cuarto entre nueve hermanos. Abandonará la escuela en sexto grado y comenzará a trabajar y a dedicarse en los ratos libres al fútbol.
Su primer técnico en Belgrano de Zarate (el club del barrio donde comenzó todo) lo recuerda así “Vivía jugando a la pelota de la mañana a la noche. Y si no había ningún otro pibe seguía solo, dándole contra la pared de su casa. Lo cierto es que no hablaba nunca. No sólo jugaba en su división Mientras los demás se cambiaban y se iban, el se quedaba en un costadito del lado del banco por si faltaba alguno del próximo partido”. Esta es la síntesis de como lo sentía al fútbol Bochini. Como en un cuento fantástico, con esta sola condición -amar incondicionalmente a la pelota- es que hacia cualquier tipo de milagros con sus piernas.
Independiente y la gloria
Es la única figura del fútbol argentino que jugo casi 20 años en un único club, siendo el primer responsable de haber llevado a Independiente a los mayores momentos de gloria de su historia. Antes de eso se fue a probar suerte en San Lorenzo y Boca. Del equipo xeneize no lo aceptaron porque “no tenia buen físico”. El genio de la pelota siempre fue petiso y menudo. Luego de pasar dos temporadas en las inferiores, donde se va a vivir a la pensión del club, manteniéndose económicamente con la ayuda que le brindaban los amigos del barrio (eran quienes le pagaban el viaje todos los días para ir a entrenar cuando todavía no estaba en la pensión), ya que el club no lo ayudaba en nada, hace su debut en Primera División en 1972.
Según Jorge Valdano cuenta en el libro: “Era un genio que usaba la cabeza para pensar milagros y el pie derecho para ejecutarlos. Y el cuerpo entero para contarle mentira a sus rivales. Aun así, siempre me costo explicar su grandeza a un europeo. Explicar al Bocha por estas tierras es aun mas difícil que explicar el peronismo”.
El 10 ganará todo con Independiente, 13 títulos en total; 4 torneos argentinos, y 9 internacionales. Además fue campeón del mundo del Mundial ´86, aunque solo jugo 15 minutos en un partido frente a Bélgica.
Cuando se habla de su carrera, los primeros años no suelen ser los más recordados, sin embargo el libro detalla cuales fueron los pasos del Bocha en esos momentos. Cuenta por ejemplo que luego de ganar la Intercontinental en 1973 contra la Juventus, además de haber salido campeón de la Libertadores y la Interamericana, el seguía viviendo en la pensión del club, y que este no le pagaba bien económicamente situación que seria impensable en el fútbol de hoy, donde reinan las retribuciones millonarias para cualquier equipo que llegue a esas instancias.
El genio del fútbol considera la década del 70 como la mas brillante del fútbol argentino, escenario de jugadores y equipos sensacionales; y él mismo considera que no hubiese llegado a ser el futbolista que fue, de no haber tenido como compañeros a Bertoni (la famosa dupla que construía paredes de ensueños), Santoro (a quien califica como el mejor arquero que tuvo Independiente), Trossero, etc., por sólo mencionar algunos de los que jugaban junto a él.
Esta es otra clave del libro; el Bocha habla de un fútbol que para cualquiera hoy en día es difícil de imaginar. Según sus propias palabras “Yo iba para adelante siempre, gambeteando y haciendo pases hacia el área. Lo mío es mas parecido a Messi, de gambetear y tocar”. Cuando cuenta qué significa para él el buen fútbol, dan ganas de llorar de emoción por la simpleza con la que habla: “Mi juego siempre estuvo basado en amagues, movimientos rápidos y quiebres de cintura. Le mostraba la pelota al rival y se la sacaba de su alcance saliendo por donde menos se lo esperaba o por el costado por el cual podia desequilibrarlo después del primer movimiento. Si uno ve que mueve el pie derecho, hay que salir por el izquierdo, que en ese momento es el de apoyo. Ahí ya no hay defensa. Pero en eso hay mucho de reflejo, de instinto, porque se hace en velocidad, sin tiempo para pensar".
El Bocha de la gente
Cualquier homenaje le queda chico al más grande de los diablos rojos. Es conocida la anécdota de que Maradona le dijo “dibuje maestro” cuando le dio un pase al Bocha, cuando éste ingreso unos minutos a jugar en el seleccionado campeón del 86. Diego lo confirma en el mismo prologo: “Para mi que pudiera entrar en un partido de la selección en aquel mundial de México fue un premio. Fue un premio para mi, más que para él. El Bocha no lo necesitaba”.
Bochini logró ser un genio en la cancha, a pesar de ser muy tímido afuera de ella. La mayoría de los que hablan en el libro opinan que si hubiese tenido el mismo carácter afuera de la cancha, su historia seria otra, se hubiese hecho un hombre de negocios millonario, u ocupado cargos jerárquicos en el club. Pero él hablaba con los pies, en su cabeza habitaba una cancha de futbol, esa fue su mayor proeza. El libro deja en claro esto en profundidad, su tiempo fue otro, sus hazañas no podrían realizarlas por los jugadores de hoy en día en Argentina.
Fue el personaje del Quijote en las canchas del fútbol local e internacional, el “Rocinante” que supo quedar eternizado en la historia de un club y de un país. Quizá las palabras de Bertoni hagan un poco de justicia sobre su paso por el club de sus amores: “Yo siempre me pregunto, ¿la gente de Independiente se da cuenta de lo que fue Bochini...? Debería estar orgullosa de haber tenido a un talento internacional de la clase de Bochini. Además, nunca se fue. Su nombre es sinónimo del club. El Bocha fue, es y será de Independiente”. Nosotros nos hacemos la misma pregunta que Daniel.