La empresa impuso horarios fijos a los franqueros que, por contrato, deben completar 96 horas mensuales. Con este cambio terminan trabajando más de 100 horas, pero solo les pagan por 96.
Frente al reclamo por estas horas extras no pagadas a los trabajadores reciben como respuesta que esas horas no serán pagadas por no haber sido autorizadas por Elodia Millán, dueña de la cadena de supermercados.
Además, cuando cumplimos las horas correspondientes y nos negamos a trabajar gratis para la empresa, los encargados nos amenazan con suspensiones y despidos.
Ya sabemos que a la empresa no le gusta cuando los trabajadores no quejamos por nuestras condiciones laborales. Lo vimos con el intento de desafuero del delegado Jonatán Neira, perseguido por Átomo por defender a sus compañeros. La bronca sigue creciendo entre los trabajadores y, sobre todo, la necesidad de organizarnos para pararle la mano a los atropellos de los encargados.
Estas quejas se multiplicaron en los últimos meses en el Centro de Empleados de Comercio, el cual, como no es de sorprender, sigue haciendo oídos sordos ante el reclamo de los trabajadores y trabajadoras de Átomo. |