Foto: Reuters
Si viste la entrega de los premios a lo mejor del cine estadounidense, los llamados Oscar, seguramente notaste que por fin le dieron uno a Leonardo DiCaprio y en su discurso habló de sus preocupaciones por el calentamiento global. Nadie le hizo mucho caso porque fue más elocuente el discurso de Iñárritu en contra de Donald Trump. Pero bueno, DiCaprio usó su poco tiempo en el podium para hablar sobre este tema, supongo que no por moda, sino porque es lo más importante debido a que está cambiando todas la formas de vida del planeta y por supuesto tiene un gran impacto sobre la humanidad.
Continuamente leemos sobre lo que produce el calentamiento global y algunas de sus consecuencias. Pero recientemente me llamaron la atención un par de artículos, uno periodístico y otro científico, donde se detallan algunos efectos directos de los gases de efecto invernadero, especialmente del dióxido de carbono (CO2), que estamos liberando a la atmósfera por toneladas. Si lo has notado, desde hace varios años se ha estado documentando que los polos se están derritiendo, y ahora hay mares donde antes había sólo grandes bloques de hielo, lo cual está ofreciendo algunas —digamos que— oportunidades para ciertos empresarios.
Una de estas oportunidades es que debido al derretimiento de estos hielos en el Ártico se están explorando nuevas rutas comerciales entre América, Asia y Europa que eran difícilmente navegables. Varias organizaciones se han aventurado en esta exploración y esta semana se reportó que encontraron un buque inglés que se perdió hace casi siglo y medio en busca de caminos marítimos entre los continentes antes citados. A mediados del siglo XIX, el imperio británico estaba en uno de sus momentos más poderosos y buscaban una ruta que comunicara al viejo continente con Asia y en lo posible con América, pero por el norte.
Sin embargo, varias expediciones que intentaron navegar el Ártico se perdieron.
El periódico inglés The Guardian reportó que el HMS Terror al mando de Sir John Franklin, perdido en 1845 con alrededor de 129 tripulantes, se localizó en días recientes en lo que ahora son las costas del ártico canadiense. El hallazgo tuvo lugar por medio de un pequeño vehículo submarino propiedad de una organización fundada por un empresario canadiense que está explorando estas rutas en la parte norte del planeta.
El barco se encontró en el fondo marino del Estrecho de Victoria, frente a la isla Rey William y aunque sus mástiles están rotos, por dentro está bastante preservado. Algunas mesas, botellas de vino e incluso vidrios de los camarotes se encontraron casi en perfecto estado. Este hallazgo es parte de la exploración que están haciendo varias empresas con el fin de encontrar las nuevas rutas.
Pero no sólo se hace trabajo de campo. N. Melia, K. Haines y E. Hawkins de la Universidad Reading del Reino Unido, publicaron hace un par de días un trabajo que reporta modelos computacionales del calentamiento global y de cómo está disminuyendo el hielo en el Ártico y se aventuran a calcular rutas, costos y ahorros de transporte marítimo por esta zona casi inexplorada por los seres humanos.
Mencionan que se ha incrementado el interés en no sólo transitar en verano a través del Ártico, lo cual en ocasiones se hace con buques rompehielos desde la época de la URSS, sino que la disminución del hielo puede ser aprovechada por más tiempo a lo largo del año y hacer factible el traslado de mercancías desde países como Holanda o Noruega, pasando por China, Singapur, Corea, Canadá y obvio, EU.
Aventuran que se puede aprovechar la sustancial reducción de distancia entre los destinos mencionados, comparada con los canales de Panamá y Suez, para ahorrar grandes costos debidos a la reducción de consumo de combustible y al aumento de la frecuencia de viajes.
Actualmente se usan estacionalmente dos rutas por el norte: la del Mar del Norte (RMN) y el Paso de Noroeste (PNO), que básicamente es el archipiélago de la costa norte de Canadá. Por ejemplo, la ruta Rotterdam-Yokohama (Holanda-Japón) por la RMN implica una distancia de 6,930 millas náuticas (nmi) y toma alrededor de 18 días cruzarla. A través del canal de Suez sería una distancia de 11,580 nmi y se recorre en aproximadamente 30 días.
En su investigación, los científicos británicos presentan tres modelos. De ellos, el más conservador obtiene un aumento de temperatura del globo terrestre hacia el final de este siglo de alrededor de 1.6 °C, aumento que concuerda con la meta de la COP21 [1]; el segundo modelo, medianamente más agresivo, calcula un aumento de cerca 2.4 °C; mientras que el más catastrófico —hablando de la mayor liberación de gases con efecto invernadero— reporta un aumento de temperatura de alrededor de 4.3 °C.
Esto tiene repercusiones en el tiempo de traslado marítimo, no sólo se podría hacer navegable el Ártico, sino que calculan que con su modelo de menor calentamiento, podría haber un ahorro de uno o dos días de navegación, pero el modelo de mayor calentamiento les arroja una disminución de tiempo de entre 4 y 7 días.
Por supuesto que para hacer un cálculo más realista de costos, ahorros y beneficios, también habría que tomar en cuenta tipos de productos y mercancías, cuotas portuarias, alternativas de transporte, la mejora en tecnología de navegación y materiales; y desde luego los problemas geopolíticos que podrían acarrear estas nuevas rutas comerciales.
El actual calentamiento del planeta que amenaza la existencia de todas las formas de vida, incluyéndonos, es producto de la súper industrialización de la sociedad y de la desmedida contaminación. Son valiosos los esfuerzos que hacen ciertos organismos y personalidades para que la gente tome conciencia del problema y ayude a resolverlo, pero es el colmo que instalados en este desastre ecológico, los dueños del dinero se estén aprovechando para hacer aún más dinero.
Para que se lo cuentes a quien más confianza le tengas.
Cita:
1. Ver “La ecuación explosiva del siglo XXI: población, energía y clima. La apuesta imposible de la COP21”, en Cienciorama.
Fuentes:
Melia, N., K. Haines, and E. Hawkins (2016), Sea ice decline and 21st century trans-Arctic shipping routes, Geophys. Res. Lett., 43, doi:10.1002/2016GL069315.
Paul Wilson “Ship found in Arctic 168 years after doomed Northwest Passage attempt” The Guardian. 12 de septiembre de 2016.
https://www.theguardian.com/…/
Andrea Bizberg “La ecuación explosiva del siglo XXI: población, energía y clima. La apuesta imposible de la COP21”. Publicado en Cienciorama el 5 de abril del 2016. |