En un nuevo 28 de septiembre, día internacional de lucha por la despenalización del derecho al aborto, desde Pan y Rosas Teresa Flores declaramos lo siguiente:
Hoy la discusión trasciende la posición “moralista” que ha sostenido principalmente la iglesia, la derecha y los sectores conservadores, quienes niegan nuestro derecho a decidir si queremos o no ser madres bajo un discurso “próvida”, el cual no se condice con las cientos de mujeres que mueren por abortar clandestinamente por la restricción de este derecho fundamental de toda persona a decidir sobre su sexualidad y reproducción.
Sectores destacados por ser machistas, homofóbicos, corruptos y violadores, que siguen instalando discusiones sobre si las mujeres debemos o no abortar, cuando la realidad misma las deja obsoletas, ya que las mujeres desde tiempos inmemorables abortamos, independiente de nuestra clase social, si somos ricas o pobres, religiosas o ateas, jóvenes o adultas, de izquierda o derecha. Es por esto que hoy, y sobre todo gracias a las manifestaciones en las calles de miles de mujeres y feministas alrededor del mundo, ha pasado a ponerse al centro el debate sobre qué tipo de derecho al aborto necesitamos hoy las mujeres.
En Chile, en el mes de septiembre, la comisión de salud del Senado aprobó la idea de legislar respecto del proyecto de aborto terapéutico en 3 causales, una iniciativa progresiva, pero aún insuficiente, ya que sólo cubre el 5% del total de los casos.
Y ante este proyecto, somos nosotras las mujeres las que debemos cuestionarnos si verdaderamente es suficiente que el Estado nos garantice un derecho al aborto despenalizado sólo en 3 causales, dejando un vacío tremendo para ese 95% de la población femenina que aborta por otras causas que no son necesariamente la violación, la inviabilidad fetal o el riesgo de muerte de la madre, viéndose principalmente afectadas las mujeres más pobres, trabajadoras y estudiantes precarizadas, que a diferencia de las mujeres con altos ingresos quienes se pueden costear una clínica privada o ir al extranjero, se ven expuestas a contraer septicemias, malformaciones uterinas, a quedar estéril e incluso a morir por abortos ilegales e inseguros.
O avanzaremos a organizarnos para conquistar un derecho al aborto libre, donde nosotras decidamos si queremos o no ser madres, respetando la decisión de cada una, la cual no obliga a ninguna a hacerlo si no lo desea; legal, donde el Estado se haga cargo de garantizarlo en hospitales públicos, con un equipo de profesionales de la salud que vele para que sea en condiciones seguras; y gratuito, para que no sea un derecho sólo para algunas sino para todas. Y finalmente, un derecho al aborto que tiene que estar acompañado por una educación sexual de calidad, laica y no heteronormada, donde el estado asegure la entrega de anticonceptivos de calidad y gratuitos en todos los liceos, hospitales y trabajos.
Súmate a la lucha de Pan y Rosas y digamos juntas:
¡Las mujeres más pobres, trabajadoras y estudiantes precarizadas seguiremos abortando en la clandestinidad aún con el proyecto de aborto terapéutico en 3 causales, por eso vamos por la conquista de un aborto libre, legal, seguro y gratuito! |