Este último miércoles fue un día histórico para el club de Barrio Norte. Después de superar las inspecciones correspondientes, el estadio Luis Güemes fue habilitado luego de 15 años.
Este domingo a las 16 horas el cuervo salteño recibe de local en su propia cancha a Almirante Brown de Tucumán por la décima fecha del Argentino B. El estadio Luis Güemes fue habilitado a fuerza de sus hinchas.
La última vez que Central Norte jugó de local en su cancha fue por la ronda final del Argentino B en el 2001. En esa ocasión se enfrentaba a Sarmiento de Chaco. Hubo incidentes dentro y fuera del estadio que se cobraron la inhabilitación.
Desde ese momento muchas direcciones que estuvieron en el club llegaron con la promesa de “volver a casa”, pero poco y nada pasó. Es por eso que el sueño vino por otro lado. Hace unos años algunos hinchas decidieron autoconvocarse para reunir fondos, organizar movidas y ayudar al club, asumiendo un objetivo claro: volver a Barrio Norte antes de su centenario (2021).
Empezaron todos los fines de semana a sacar los escombros del predio, pintar de negro y blanco las tribunas, arreglar los portones, entre otras tareas. Primero fue un grupo pequeño de hinchas y socios que llevaron adelante esta iniciativa. Después de publicar en las redes sociales el proyecto que impulsaban, el grupo fue creciendo. Hoy el padrón de socios activos al club llega a más de 3 mil cuervos.
Las mismas manos que vienen aplaudiendo el actual invicto y liderazgo del equipo en el torneo federal B, son las que pusieron en condiciones el Luis Güemes para que el cuervo vuelva a su casa.
Fue difícil volver, muchos de lo que colaboraban con el club son jóvenes y trabajadores. Y son ellos los que peor la pasan debido a las políticas de Urtubey, garante del trabajo precario y la persecución policial.
Cría cuervos y tendrán su club
De origen obrero, Central Norte se fundó en 1921 y es uno de los tantos clubes que, ante la expansión de las vías, los ramales, talleres y estaciones de trenes en nuestro país, desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX, supo nuclear a los trabajadores del ferrocarril y echar raíces como un símbolo de lo popular, siendo acreedor de simpatía, amores y desencuentros.
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Fueron los ferroviarios y los trabajadores de otras ramas del mercado laboral, como la construcción, el comercio, el transporte, la gastronomía, la panadería, etc., todos organizados y sindicados, los que dieron su identidad al club, forjando su indiscutible popularidad e importancia en el norte argentino.
El regreso al estadio Luis Güemes será registrado en su momento por la historia del deporte en Salta, pero los historiadores podrán tomar nota también de la relación entre el club y el movimiento obrero. El regreso a “casa” del pueblo cuervo, es un logro de jóvenes y trabajadores, que unidos demostraron que a su club lo hacen ellos mismos. | 
