Carla Vallejos tenía 31 años y dos hijos pequeños. El 21 de enero de este año, su pareja la asesinó rociandola con alcohol y prendiéndola fuego. Su familia y amigos reclaman justicia.
Carla murió después de siete días de agonía internada en el hospital de Trauma y Emergencia Dr. Federico Abete en Malvinas Argentinas. El femicida sigue libre por no tener pruebas para acusarlo, según el fiscal.
Hablamos con Belén Brunelli, que lleva adelante la lucha pidiendo justicia por el femicidio de su amiga. Este martes 4 de octubre a las 9 horas se va a llevar a cabo en los tribunales de San Martín una entrevista en cámara gesell a los hijos de Carla. Sus familiares y amigos, junto a la Defensoría de Género de Malvinas Argentinas, Convergencia Socialista, Pan y Rosas, Plenario de Trabajadoras, Las Rojas, entre otras organizaciones, convocan allí a todos aquellos que se quieran sumar al pedido de justicia.
LID: ¿Cómo ingresa Carla al hospital?
Belén: Carla es llevada por su mamá y su hermano a la guardia porque su agresor no la asistió. Es más, nosotros llegamos a la conclusión de que la tuvo entre unos cuarenta minutos y una hora sentada en una silla, esperando que llegara su familia para que limpiaran su casa y se llevaran todo lo que lo comprometiera. Ingresa casi con el 60 por ciento del cuerpo quemado. Muchas de las quemaduras fueron internas. Llega desmayada y mientras la asisten, en el módulo de al lado, atienden a su pareja que presentaba quemaduras leves en las manos. En ningún momento se dio aviso a la policía para que interviniera. Recién cuando la trasladan al Instituto del Quemado en Capital, la policía actúa de oficio y recomienda a la hermana hacer la denuncia para que la fuerza local intervenga. La respuesta que recibieron en la comisaría de Los Polvorines fue que no les corresponde esa jurisdicción, y en la de Grand Bourg que no le podían tomar la denuncia ya que del hospital no habían recibido notificación alguna.
LID: ¿Qué te hace a vos empezar a sospechar y a hacer averiguaciones de la causa, que por cierto denunciás que tenían muchas irregularidades?
Belén: Bueno, la verdad que nosotros lo que buscamos en la primera instancia era saber la verdad; porque nosotros no sabíamos lo que había pasado y los primeros días es como que una no entra en la cuenta de lo que pasó. Primero uno quiere que ella se salve y después empezar a averiguar. Una vez que supimos que ella no se podía salvar empezamos a caer en un montón de cuestiones que te hacen entrar en la sospecha. Si el tipo estuvo ahí... ¿por qué no la asistió? ¿por qué, si era inocente, se fue sin preocuparse por la salud de Carla? Y empezás a despertar a la triste realidad. Mirando para atrás, un año desde que pasó el hecho, cuando empezó la relación y empezas a ver cambios... de hecho, Carla unos días atrás había estado con el ojo morado y a todo el mundo le daba versiones distintas de lo que le había pasado. Uno se empieza a dar cuenta de todo y la bronca la vas canalizando en forma de lucha, porque te das cuenta que las instituciones y los fiscales que deberían cuidarte no lo hacen y te queda la asignatura pendiente de esclarecer las cosas a vos.
LID: La acción que van a llevar a cabo el 4 de octubre, ¿de qué se trata?
Belén: El 4 de octubre tenemos la posibilidad de que los chicos, que presenciaron el hecho, declaren en cámara gesell. Digo la posibilidad porque todavía no es un hecho concreto. El día de la cámara gesell los chicos pasan por una evaluación psicológica para ver si son aptos. En este momento todavía no son asistidos psicológicamente porque dos profesionales a los que consultamos nos dijeron que el fiscal puede desestimar la declaración si hay sospechas de inducir a los chicos. Se está buscando una tercera opinión y vamos estar ese día apoyando a la familia de Carla con todas las agrupaciones que quieran apoyarnos para que vean que no están solos en esta lucha y que respeten sus derechos de tener dos entrevistas psicológicas a los niños para la cámara gesell.
El 3 de junio de 2015 y de 2016, decenas de miles de personas se manifestaron en todo el país para decir Ni Una Menos. También recientemente, en Mendoza, más de veinte mil personas volvieron a salir a las calles bajo esa consigna para exigir justicia ante la noticia de tres nuevos femicidios en menos de una semana. Esos asesinatos, de los que son víctimas una mujer cada 26 horas, son la expresión más radical de esa violencia machista, que reproducen y garantizan constantemente las instituciones del Estado, los gobiernos de turno y los medios de comunicación. Para avanzar en su organización y en su lucha, miles de mujeres volverán a reunirse el próximo fin de semana de octubre durante el XXXI° Encuentro Nacional de Mujeres. | 
