Cerca de 1.500 jubilados se han manifestado este lunes en el centro de la capital griega contra nuevos recortes de pensiones y la política de austeridad que impulsa Syriza. Los mismos se dirigieron hacia la residencia del primer ministro Alexis Tsipras, pero el paso fue impedido por vehículos de la Policía y de las fuerzas especiales.
Las tensiones comenzaron cuando decenas de jubilados trataron de volcar un autobús de la Policía que les bloqueaba el paso a unos cientos de metros de la residencia de Tsipras. Entonces la policía comenzó a reprimir con gas lacrimógeno y gas pimienta.
En consecuencia,Tsipras salió hipócritamente a comunicar su “disgusto” al ministro adjunto de Protección Ciudadana, Nikos Toskas, por la disolución de una manifestación de jubilados por la Policía griega hoy en Atenas mediante gases lacrimógenos, cuyo uso a partir de ahora quedará prohibido.
El ministro de Protección Ciudadana por su parte asumió, en un comunicado, "la responsabilidad política" de los hechos, anunció una investigación sobre el acontecimiento y prometió prohibirlos.
La represión policial provocó la reacción oportunista de todos partidos de la oposición encabezados por el conservador Nueva Democracia (ND), el socialista Pasok, el liberal Potami y el comunista KKE, que acusaron a Tsipras de ser el responsable.
Mientras estaba en la oposición, Syriza criticaba duramente el uso sistemático de gases lacrimógenos por parte de la Policía y una vez en Gobierno restringió su uso durante los primeros meses de su mandato.
El gobierno de Tsipras impuso este año nuevos recortes en las pensiones, aplicando los términos del rescate acordado con sus acreedores internacionales, ante la presión del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea para que ajuste aún más. | 
