Los vecinos deben pagar peaje para transitar por sólo unos kilómetros desde sus hogares al centro de la ciudad.
El conflicto surgió ante la ausencia de una vía alternativa y la imposición de una tarifa de peaje que alcanzaba los 30 pesos. Entendían que esta situación vulneraba el derecho a transitar libremente, consagrado en el artículo 14 de la Constitución Nacional.
Cierto es que existe una tarifa diferencial para los vecinos que sean capaces de demostrar que viven cerca, la cual consiste en pagar 9 pesos de ida y 9 de vuelta para poder pasar libremente durante ese día. De esta manera, literalmente le cobran a los vecinos por salir de sus casas.
Gran cantidad de habitantes de barrios aledaños como el Jagüel, San Carlos, El pino, Arroyo Larena, Parque Sakura, El Remanso, Parque Exaltación, entre otros, deben pasar por el peaje día tras día. Sea para trabajar, comprar provisiones o ir a estudiar, necesitan ir al centro de Pilar, que es la ciudad más cercana.
Luego de años de reclamos, hace poco días los vecinos iniciaron la lucha manifestándose al costado de la ruta, sufriendo episodios de represión por parte de Gendarmería, que empezó a golpear brutalmente a los manifestantes. Este hecho contó con el amplio repudio de organizaciones políticas y sindicales.
La lucha sostenida por asambleas junto con el repudio generalizado ante la represión, obligaron al municipio a dar respuesta y anunciaron la construcción de una colectora. La obra fue anunciada por el Intendente de Exaltación de la Cruz, Adrián Sánchez.
Lo que sigue oculto es el destino de los fondos obtenidos del peaje, uno de los pilares del saqueo constante a la obra pública. Con funcionarios continuamente ligados a escándalos de corrupción, el Estado monta un gran negocio para un puñado de empresarios que tienen las concesiones viales. |