Fotografía: Tiburón, Haiti. Personas afectadas esperan en la orilla de las ruinas de su pueblo. EFE/Bahare Khodabande
El secretario de Seguridad de Estados Unidos, Jeh Johnson, dijo el martes que, tras el paso del devastador huracán Matthew que dejó cerca de un millar de muertos, Washington suspenderá de manera temporal los vuelos para deportar a centenares de haitianos que buscan asilo en el país.
A finales del mes pasado Estados Unidos anunció que pondría fin a la protección especial que tenían los haitianos desde 2010, tras el potente terremoto que azotó al país más pobre de América.
"Dijimos que reiniciaríamos las deportaciones. Sin embargo, llegó y golpeó y azotó el huracán Matthew y esto significa que los vuelos a Haití se han suspendido debido a las condiciones en ese país tan golpeado", dijo Johnson durante una conferencia de prensa en México.
Johnson aclaró, no obstante, que regresarían a la política de deportaciones "después de esta situación", sin precisar cuándo sucedería.
La inusual ola migratoria ha llevado a la concentración de cientos de haitianos y africanos en la frontera norte de México a la espera de que el Gobierno de Estados Unidos les diga si serán acogidos por ese país, lo que puede demorar hasta un mes.
Muchos de ellos han viajado solos o con su familia hasta por cuatro meses y atravesado una decena de países, donde incluso han sido asaltados y extorsionados, como sucedió en Nicaragua donde tuvieron que pagar hasta 1.300 dólares para cruzar la frontera y seguir con su largo camino.
Oportunismo imperialista
Esta medida tomada por Estados Unidos se suma al anuncio realizado el jueves pasado por la Unión Europea (UE) del destino de 255.000 euros en "ayuda humanitaria inicial" para Haití, y la movilización de las ofertas de asistencia de países europeos a través del mecanismo de protección civil de la UE.
La población haitiana soporta el índice de pobreza más alto del continente y sus condiciones de vida son de los peores de la región, y esta realidad no es una novedad traída por el huracán Matthew. Muy por el contrario, es producto de siglos de la más ensañada expoliación de recursos por parte de las potencias europeas y norteamericana.
La enorme cantidad de tropas desplegadas en la ocupación promovida por Estados Unidos, aprobada por la ONU y ejercida por tropas de países latinoamericanos, las Minustah, garantizan la “estabilidad” de Haití, ahogando las expresiones de acción independiente de las masas para viabilizar por la fuerza al régimen.
Jeremie, Haití, 11 de octubre - Un integrante de los cascos azules de Ruanda vigila el aeródromo donde llega la ayuda humanitaria para las víctimas del huracán Matthew. EFE/Orlando Barría
Jeremie, Haití, 11 de octubre - Integrantes de la Policía Nacional Haitiana (PNH) detienen a un joven que participaba en un bloqueo de calles en protesta por la falta de agua y comida, tras el paso del huracán Matthew. EFE/Orlando Barría
La suspensión de las deportaciones de haitianos es una medida mínima y de gran oportunismo por parte del imperialismo, en el marco de una política migratoria verdaderamente cruel, que impulsó la inmigración como mano de obra barata para el período de crecimiento del país para luego descartar brutalmente a los trabajadores inmigrantes, que deben pasar por situaciones inhumanas en las fronteras. |