Domingo por la noche, lluvia, frío, Bahía Blanca, portal al sur. La Patagonia acompaña a uno de sus hijos dilectos de la competencia, Pérfora, a visitar los límites de sus dominios. Lo espera Olimpo: altivo, parado arriba de su historia, y ni más ni menos que en el Norberto Tomás. Aquel mítico estadio donde grandes equipos sufrieran amargas derrotas; por citar algunos, la Yugoslavia campeona del mundo frente a un histórico combinado local en 1971, el poderoso Ferrocarril Oeste en las duras finales del 86, entre otras tantas.
El partido comenzó tranquilo para los locales, rápidamente se alejó en el marcador, gracias a la buena y dinámica conducción de Fortelli, las penetraciones de Villanueva (un jugador a seguir), los triples de Marín y el esfuerzo de Giménez y Piuma para contener a los grandotes de la visita. El segundo cuarto siguió de la misma manera: Pérfora no hacía pie a pesar de que ya movía el banco buscando soluciones, pero la efectividad no llegaba. Así, Olimpo llegó a sacar diecinueve puntos de luz y se fueron al descanso, unos confiados y los otros con un panorama negativo.
Comenzó el tercer cuarto y las cosas no parecían cambiar. Villanueva podía correr y Piuma reboteaba y empezaba a anotar. Los neuquinos seguían sin encontrar el aro, aunque no cejaban en sus esfuerzos. Terminado este período la parcialidad aurinegra ya se regocijaba con la victoria.
Pero esto no duró mucho más, Pérfora hizo fuerzas de flaqueza y salió a presionar toda la cancha, y con lo que bien podríamos llamar una defensa "3/4 de foul" pudo maniatar y confundir al rival. Aparecieron Sepúlveda, Pascal y Lauro para anotar y así, promediando el último chico, pudo descontar a siete puntos la ventaja. De ahí en más se calentó el partido y esto favoreció a la visita, empezaron los roces, y las dudas de los locales se agrandaron, más con la salida de su conductor natural, Fortelli, por faltas personales. Pérfora llegó a ponerse a tres puntos gracias a los dobles de Claris y las bombas de Lauro y Sepúlveda desde larga distancia.
Pero Olimpo supo aguantar el vendaval, Villanueva se puso el overol, Victoria anotó de media distancia y tanto Marín como Piuma se mostraron aplomados hacia el final. Supieron cerrar el partido, y el marcador fue 74-69 para los locales, lo que alivió a la hinchada local, que supo alentar cuando las papas quemaban. Así y todo, Pérfora, a pesar de la derrota, va sabiendo que tiene con qué y cuando reciba en casa a los poderosos de la zona las cosas pueden ser distintas.
La conferencia patagónica, la más difícil de Argentina por la gran extensión, siempre es garantía de buenos juegos.
Los mejores:
Piuma por Olimpo, 22 puntos y 11 rebotes.
M. Sepúlveda por Pérfora, 16 puntos y 14 rebotes. |