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José Francisco Valls, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, ha decidido ordenar la apertura de juicio oral contra el expresident de la Generalitat Artur Mas y las exconselleres Irene Rigau y Joana Ortega.
El juez ha estimado que tanto el expresident como las dos exconselleres incurrieron en delito de desobediencia grave y prevaricación administrativa por los actos ocurridos entre el 4 de noviembre y la celebración de la consulta del 9N en 2014. Por tales delitos, y a petición del fiscal, Artur Mas se enfrenta a diez años de inhabilitación por estar en calidad de autor, mientras que Rigau y Ortega pueden llegar a asumir nueve años como cooperadoras necesarias.
A su vez, Valls ha desestimado que los investigados hayan incurrido en delito de malversación de fondos públicos, el único que acarrea penas de prisión. El TSJC entiende que no se puede juzgar a Mas, Rigau y Ortega por malversación, ya que cuando se iniciaron los preparativos de la jornada y se aprobaron los contratos con empresas privadas para dar soporte informático o la fabricación de urnas y papeletas aún no se había decretado la suspensión.
Sin embargo, el magistrado ha dado orden de iniciar el proceso judicial tras entender durante la investigación que Mas, “auxiliado directamente” por Rigau y Ortega, “articuló una estrategia completa de desafío” hacia la suspensión del 9N por el Tribunal Constitucional.
Es decir, tras el conocimiento de la decisión del TC el 4 de noviembre de suspender la consulta, por el que en ese momento era president de la Generalitat, el magistrado entiende que “lejos de ser interrumpida, la utilización de instrumentos y procedimientos públicos continuó, si bien se mantuvo convenientemente en segundo plano, de forma que de cara al exterior la apariencia fuera de un proceso exclusivamente gestionado por ciudadanos voluntarios”.
Y añade que Joana Ortega “asumió la coordinación de los entes y funcionarios públicos e impulsó las principales actuaciones adminsitrativas”, así como que Irene Rigau “se aseguró de que los colegios abrieran sus puertas” una vez conocida la suspensión del 9N.
Sin duda, el juicio que está por venir representará un nuevo paso en la lucha sin cuartel que vienen llevando el PP, el PSOE y C’s junto a las principales instituciones del Estado español. No contra la figura del que fuera president de Catalunya y sus exconselleres, sino contra las aspiraciones y reivindicaciones democráticas de cientos de miles de catalanes. Aspiraciones que el propio Artur Más dejó en suspenso continuamente.
No en vano, la decisión de llevar a juicio a Artur Mas y a las exconselleres Irene Rigau y Joana Ortega, llega justo una semana después de que el Parlament de Catalunya aprobara las dos resoluciones relativas a la celebración de un referéndum por la independencia para el próximo año. |