Semanas atrás, las compañeras me dijeron: "no vas a volver igual", "es una inyección de energía" "vas a volver con más ganas de luchar". Tenían razón. Fue la mejor experiencia que tuve. Se sentía un aire de lucha y organización alrededor de tantas mujeres organizadas y luchando contra el machismo y el sistema que nos vive oprimiendo día a día. Toda la bronca se transformó en organización. Porque nosotras, las mujeres, no vamos a hacernos las indiferentes frente a la violencia de género, la desigualdad laboral, las muertas por abortos clandestinos y la trata.
El gobierno mira para otro lado cuando se trata de nuestra vida. Cabe destacar que el Estado junto a la policía, son cómplices al manejar las rutas de la trata, al no legalizar el aborto dejando morir a 300 mujeres por año y al no financiar la contención para víctimas de violencia. Por esa razón, salimos a las calles y luchamos porque nos están asesinando. En lo personal, este ENM superó todas mis expectativas. Volví llena de aprendizaje por parte de otras compañeras de Pan y Rosas.
El día sábado asistí al taller de Mujer y Fábricas recuperadas, en el cual conocí a las compañeras de Madygraf, La Casona y Zanon. Aprendí que las Comisiones de Mujeres y su lucha son fundamentales para sacar una cooperativa adelante. Estoy orgullosa de su lucha, como acompañan a los trabajadores y cómo se plantaron contra el patrón y actualmente luchan contra el ajuste macrista. Me conmocionó muchísimo. El día domingo fui al taller de Mujer y Educación Sexual Integral. Con compañeras de la agrupación de secundarios No Vamo a Calmarno, nos pareció fundamental asistir a este taller ya que esta ley es algo que nos viene debiendo, a todos los niveles, tanto el gobierno anterior como actual.
Tomamos a la E.S.I muy importante porque al no aplicarse en la mayoría de los colegios, influye en muchas cifras como, por ejemplo, los embarazos adolescentes. Llegamos a la conclusión que como el gobierno no invierte en material ni en capacitación docente para aplicar esta ley, lo importante y esencial es la unión y organización entre docentes y estudiantes. Fue un taller en el que, con las secundarias, intervenimos mucho ya que nos sentimos muy cercanos a este debate. Ese mismo día, a la tarde, participé al de Mujer y Estrategias para el aborto, donde más que nada se bajo el tema de la sede del próximo encuentro y el pedido a un sector de la Comisión Organizadora para que podamos votar. No me costó ver y darme cuenta, al ser mi primer encuentro, la burocracia que hay dentro de la Comisión Organizadora (el PCR y al que se le unió Patria Grande) al momento de votar la sede del encuentro que se viene en el 2017. Su sistema, antidemocrático y burocrático, excluía a la mayoría que no podíamos tener ni voz ni voto.
Más tarde, llegó el momento más esperado para mí, que fue la Marcha. Pan y Rosas sin duda copó Rosario con una delegación enorme y llena de energía. En ese momento me sentí una luchadora junto a mis compañeras. Ver a tantas mujeres fue muy conmovedor. Volví convencida de que quiero seguir la lucha en mi lugar de estudio y el día de mañana en algún lugar de trabajo. Me llene de fuerzas y me nutrí de experiencias. Hasta en momentos me detenía a ver mí alrededor y se me erizaba la piel de orgullo al ver que juntas somos una fuerza imparable contra el gobierno opresor y machista. Que juntas no nos para nadie. Ni la policía que mandó el gobierno a reprimirnos. ¡Nadie!
El lunes me levanté cansada detrás de una marcha a puro canto, fuerza y agite. Pero sabía que ese día era la votación de la sede en el Monumento de la Bandera, entonces le puse mucha garra. Nosotras desde Pan y Rosas, luchamos porque el ENM 2017 sea en Buenos Aires. ¿Por qué razón? Porque es el centro político del país. Porque en Capital ningún medio de comunicación va a poder mirar para otro lado y no televisarlo.
Todo el país va a ver cómo nos organizamos las mujeres. Nos pronunciamos en contra del famoso "aplausometro" y por un supuesto consenso, porque así no se puede decidir, dejando a la gran mayoría de lado. Era todo el Frente de Izquierda cantando por que sea en Buenos Aires. Y sí… éramos la mayoría. Con la burocracia del PCR junto a Patria Grande, que quieren que se haga en Chaco, no sabemos en qué provincia va a ser el próximo encuentro. Pero lo que sí sabemos es que no vamos a bajar los brazos y vamos a seguir luchando y reclamando para que se haga en Buenos Aires. Me llené de fuerzas y quiero convertir la bronca en organización. Para afirmar juntas con mis compañeras que “se va a acabar la burocracia en el Encuentro Nacional”.
Ahora ya en Capital, quiero llevar todas las experiencias y aprendizaje de este Encuentro a mi lugar de estudio. Hace dos meses conformamos una Comisión de Género con unas compañeras del Liceo y sé que este es un espacio que se puede aprovechar para luchar, dentro del colegio, contra los micromachismos que vivimos las mujeres todos los días en las instituciones, con los códigos de vestimenta sexistas y comentarios de las propias autoridades.
Creo también necesario que el 19 de noviembre las mujeres estemos presentes en el acto del frente de izquierda para hacer más fuerte nuestra lucha, Junto a Myriam Bregman que fue la diputada que replicó nuestra voz en Rosario. Quiero ir por más. Quiero seguir luchando porque si tocan a una… nos organizamos miles. |