Durante estos días hemos visto como distintos partidos y proyectos políticos de izquierda, han venido trabajando conjuntamente, en perspectiva de las próximas elecciones municipales que se celebrarán este domingo a nivel nacional.
Movimiento Autonomista, Nueva Democracia, Izquierda Libertaria, y Revolución Democrática, han resuelto conformar un frente electoral, que permita re-establecer las ilusiones democráticas dentro del régimen como un nueva alternativa política, a lo que muchos han llamado el “duopolio” de la derecha y la Nueva Mayoría.
Sin embargo hace un par de semanas, el consejo político de Revolución Democrática (RD) ha decidido apoyar diversas candidaturas de la Nueva Mayoría, como es el caso de David Peralta, militante del Partido Comunista (PC), por la alcaldía de La Florida, y Daniel Jadue, también militante del (PC) quien va por su re-elección en Recoleta.
Dicha determinación resulta a lo menos extraña, luego de que el mismísimo Jadue a mediados de Septiembre señalara los límites de los referentes políticos, Gabriel Boric y Giorgio Jackson como aliados estratégicos, y acusando “falta de madurez” en la izquierda extraoficialista.
Es así, como a pesar de conformar un nuevo pacto político, (RD) no consigue desprenderse de ciertas ataduras con el oficialismo. “Pese a que no participamos del mismo pacto, reconocemos lo que representa el PC y su historia, y esperamos que, más allá de las críticas pequeñas que se han vertido, se entienda este llamado a votar como un paso por reconstruir un proyecto transformador”, señaló para el medio La Tercera, el presidente de la organización, Sebastián Depolo.
Frente amplio y el guiño a la Nueva Mayoría
Hace un par de semanas también vimos como Gabriel Boric del Movimiento Autonomista, hacía guiños a sectores del Partido Socialista señalando “hay muchos en el PS que siguen la senda de Salvador Allende, Eugenio González, Carlos Lorca y Julieta Kirkwood que están dando la pelea por dentro para que la tradición del socialismo no se utilice en pos de una candidatura conservadora como la de Lagos”, haciendo alusión a la voluntad del (PS) Fernando Atria de ser candidato a las presidenciales del próximo año.
Esta seguidilla de tentativas por parte de sectores del “neorreformismo”, -es decir nuevas alternativas políticas que oxigenan el régimen, pero sin peso ni centralidad en el movimiento obrero, como el reformismo clásico de los años 60’s- es expresión de los ojos puestos por estos sectores, en ciertos referentes que parecen presentarse por izquierda dentro de la Nueva Mayoría, pero que siguen representando a los partidos de los empresarios, y las reformas que no cambian en un ápice la herencia del pinochetismo.
La independencia política también es de los empresarios y sus partidos
Lo que viene demostrando el actual escenario electoral es que frente a la añeja y deslegitimada política de los partidos tradicionales del régimen como son las coaliciones de “Chile Vamos” y “Nueva Mayoría”, el Frente Amplio impulsado por Jackson y Boric, está lejos de ser una alternativa real al poder de los grandes empresarios y el legado de la dictadura.
Vemos más bien, como este gran acuerdo político conocido como “Frente Amplio” alimenta las ilusiones democráticas en la población, como si fuera posible transformar la realidad del país, dentro de los parámetros de la legalidad burguesa y el sistema capitalista.
Tomando como referencia a Podemos en España, intentan instaurar una nueva lógica de disputar las grandes mayorías, posicionándose como una “tercera vía”, pero invisibilizando el giro cada vez más a derecha del partido de Pablo Iglesias, que lo ha llevado incluso a proponerle formar gobierno al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), un partido de la burguesía.
La única alternativa realmente independiente, será una alternativa anticapitalista de los trabajadores, que junto a los estudiantes, mujeres, diversidad sexual, pueblo mapuche, y el conjunto de los oprimidos, se plante en contra de los empresarios y sus partidos políticos corruptos, y que luche por la revolución socialista.
El actuar de Revolución Democrática, que a pesar de formar una nueva alternativa política de izquierda, no consigue desmarcarse de sus lazos con la Nueva Mayoría, muestra que su proyecto político aún se encuentra relegado en mayor o menor manera a la colaboración de clases con los antiguos conglomerados y alianzas de la burguesía. |