A través del decreto 1118/16 publicado en el Boletín Oficial del día de hoy, se conoció la designación de Francisco José Piñon como miembro de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU).
Piñon fue designado rector de la Universidad del Salvador en 1974 y se mantuvo en el cargo hasta 1980. Detentando ese cargo, el 25 de noviembre de 1977, le otorgó uno de los reconocimientos más importantes que realizan las universidades, el doctorado Honoris Causa, al genocida y miembro de la Junta Militar, Emilio Massera. Durante el acto en el que hizo entrega del galardón, Piñon declaraba ante un auditorio de más de 400 personas: "La Universidad del Salvador, comunidad de la Iglesia enraizada en la Nación Argentina, abrevando en las fuentes de la historia, encuentra su misión particular en la formación de conciencias superiores".
Nadie puede hacerse el distraído, las denuncias en contra de Piñón ya eran conocidas y habían provocado un escándalo en la Universidad de Congreso (Mendoza). Piñón fue hasta hace poco rector de dicha Universidad y durante la semana del 24 marzo de 2013 en la que se conmemoraba el golpe cívico militar, varios alumnos lo denunciaron por haber premiado a Massera durante la dictadura.
Fueron ridículas las justificaciones que ensayó: “En ese momento yo era el Rector de la Universidad del Salvador y parte de una agrupación peronista. Se decidió hacer ese gesto en protección de compañeros y salvar vidas”, fue la cínica respuesta a las críticas que le hicieron mientras era rector de la Universidad de Congreso.
Bergoglio y Guardia de Hierro
Francisco José Piñon compartía con Jorge Mario Bergoglio, actual Papa y entonces Provincial de la Argentina, el máximo escalafón nacional entre los jesuitas, su militancia en la agrupación Guardia de Hierro, fracción de la derecha más ortodoxa del peronismo católico que tenía estrechos lazos con el Almirante Massera. Al mismo tiempo, en ese entonces, la Universidad del Salvador, de extracción jesuita, había trasladado su “administración” a una “asociación civil integrada por laicos”, nada menos que Guardia de Hierro, como ha sido denunciado, entre otros, por Horacio Verbitsky.
La Universidad nunca retiró la distinción de Honoris Causa al genocida Massera, que en aquella ceremonia de entrega no ahorró palabras para arremeter contra Marx, Freud y Einstein, por cuestionar el carácter inviolable de la propiedad privada, agredir “el espacio sagrado del fuero íntimo", y poner en crisis la condición "estática e inerte de la materia”. Massera indicó que la universidad era "el instrumento más hábil para iniciar una contraofensiva" de Occidente.
Ahora, bajo el gobierno de Cambiemos, el hombre que honró a Massera con semejante distinción, será por cuatro años parte del organismo que se encarga de evaluar universidades públicas y privadas y parte de su financiación.
El repudio empieza a extenderse junto con la exigencia de que sea de inmediato removido de su flamante cargo. |