La abstención fue histórica, sería sobre el 65%. Es decir, menos de 4 de cada 10 personas habilitadas a votar, lo hicieron.
Fue mayor al 2012. Ese año la abstención alcanzó casi el 60% y puso la alarma por la crisis de representación del sistema político y de los partidos tradicionales y fue posterior a las masivas movilizaciones del 2011 del movimiento estudiantil, las más grandes desde la dictadura.
Chile Vamos y Nueva Mayoría mostraron su preocupación ante esta cifra histórica, que a la vez deja más abierto el panorama electoral hacia el 2017, y es expresión de una fuerte crisis política, del régimen y sus instituciones heredadas de la dictadura, así como de los partidos tradicionales de Chile Vamos y la Nueva Mayoría.
La derrota de la Nueva Mayoría, el triunfo de Chile Vamos recuperando las principales comunas y alcaldías del país (como por ejemplo Santiago, Providencia, Ñuñoa o Macul), así como el sorpresivo triunfo de Jorge Sharp en Valparaíso, deben ser vistas en este marco. |