Fotografía archivo: Daniel Scioli y Alejandro Collia.
Entre las recomendaciones, el ministerio pidió quitar el barro y limpiar con agua y detergente las viviendas, en especial las paredes, que pueden estar contaminadas con moho, un hongo que se propaga en la humedad. Una vez que las viviendas estén limpias, aconsejó descontaminarlas con una taza de lavandina por balde de agua y dejar secar con puertas y ventanas abiertas. El ministro de Salud, Alejandro Collia, dijo que "ni bien bajen las aguas los evacuados volverán a sus casas, por eso estamos difundiendo las medidas de higiene necesarias para evitar las enfermedades hídricas, que son frecuentes después de las inundaciones".
Parecería el argumento de una novela fantástica o un sketcht humorístico. Pero no, son las recomendaciones de un ministro que tranquilo en su casa intenta que los damnificados carguen con las consecuencias de las inundaciones. A menos de 24 horas de un temporal que cubrió de agua a 23 partidos de la provincia de Buenos Aires, Collia, les dice qué hacer con las viviendas anegadas.
Suena por lo menos cínico cuando cientos de los afectados no pueden al día de hoy saber qué va hacer de sus vidas, la de ellos y la de sus hijos. ¿Cómo continuar? ¿cómo seguir viviendo en el barro? es la pregunta que se hacen los vecinos. Mientras tanto el agua va bajando y el tiempo pasa. Massistas y Sciolistas se indilgan responsabilidades unos a otros, pero las soluciones no llegan.
Redacción: ID / Fuente: DyN |