La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) difundió ayer que los pequeños y medianos empresarios manufactureros tienen dificultades para pagar el bono de fin de año de $ 2.000.
Un relevamiento elaborado por CAME los días 24 y 25 de octubre entre 350 industrias pymes del país mostró que sólo el 37,4 % decidió pagar el bono, mientras que el 42,3 % ya decidió no pagarlo y el 20 % restante está analizando la situación.
Los argumentos de los empresarios son el parate de la producción, el aumento de los costos como las tarifas, el aumento de las importaciones (así lo manifestaron desde sectores como calzado, juguetes, textiles, electrónica, etc.) y la presión fiscal, entre otros motivos.
Came explica “la paralización de las ventas que frenó la producción. Esto se nota sobre todo en empresas pymes de sectores como máquinas y herramientas, material de transporte, calzados o textiles que vienen muy afectadas por la coyuntura”.
La entidad afirmó que “algunas empresas realizaron arreglos previos al bono con los empleados o firmaron convenios, como en el sector comercio, por aumentos. Por ese motivo, no estarían dando el bono”.
Mientras los empresarios se niegan a pagar el “bonito”, que gracias a la entrega de la CGT no es obligatorio ni para las patronales ni para el Gobierno, los sectores populares ya fueron castigados con una inflación anual del 40 %, una pobreza del 32,2 % y una desocupación del 9,3 %.
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