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La votación de este jueves en la investidura de Rajoy ha acabado como se suponía. No hubo lugar para sorpresas. Rajoy consiguió 170 votos favorables y hubo 180 votos contrarios. El guión sigue según lo previsto y el sábado será nombrado presidente para otra legislatura. El sábado continúa el teatro.
En su discurso de investidura, Rajoy apeló a una serie de pactos de estado para que las formaciones que ayuden en su investidura puedan involucrarse a lo largo de la legislatura. Obviamente, al ser un Gobierno en minoría y sin una gobernabilidad clara, Rajoy debe granjearse el apoyo de otras fuerzas.
De cara a la investidura lo tiene ganado. El PSOE se abstendrá en la segunda votación. Luego de la genuflexión socialista queda claro que Rajoy inaugurará la próxima legislatura a la cabeza del ejecutivo. Lo que aún está por verse es si puede sumar a Cs y al PSOE a una serie de acuerdos que permita una legislatura más tranquila. Aunque lo más probable es que el PSOE y Cs le apoyen porque siempre piensan en la “España del IBEX 35”.
Más de lo mismo por parte del Portavoz del PP, Rafael Hernando: “búsqueda continua del acuerdo” mirando hacia la bancada del PSOE. Aunque hizo mucho hincapié en que el PP sacó a España del desastre en que la dejó… el PSOE. Hernando sacó pecho con unos números dibujados, pero de la situación en Catalunya tan solo una mención.
Herrando enumeró una larga fila de pactos de estado: acordar el techo de gastos y los presupuestos; volver a convocar el pacto de Toledo, hacer un pacto nacional por la educación, el pacto antiterrorista, otro pacto para fortalecer las instituciones y tampoco olvidó el pacto de financiación. Cuestiones, todas, sobre las cuales el PP actuó en esta legislatura, pero sin pactos y con muchas fuerzas políticas y sociales en contra.
El consenso y diálogo que pide el PP es para continuar con la misma política de estos cuatro años. Aunque agravada ahora por los nuevos ajustes que exige Bruselas, 5.500 millones. Que obviamente, saldrán de los bolsillos de los trabajadores. Ya sea subiendo impuestos, ya sea recortando más conquistas sociales y laborales. O una combinación de ambas.
En fin, Rajoy recibe el apoyo del PSOE, pero sin ceder nada. Por el contrario profundizando la política reaccionaria. Y, el PSOE le reconocerá esa posibilidad con su abstención, puesto que es lo que viene haciendo hace ya muchas décadas.
El PSOE al servicio del IBEX
El discurso del “jefe de la oposición” fue tan patético como complicada es la posición del PSOE. Los social liberales se encuentran en la compleja situación de apoyar a Rajoy y a la vez en tratar de liderar la oposición. Además Rajoy les exige que igual que el sábado actúen con la misma responsabilidad durante la legislatura.
“Señor Rajoy: usted no nos gusta como presidente del Gobierno, porque no nos gustan sus políticas, pero sí nos gusta esta país, y hoy España nos necesita”. Con estas palabras el portavoz socialista, Antonio Hernando, pretendía justificar la abstención de su bancada. Aunque hay que aclarar que cuando el PSOE (o el PP) habla de España, piensa en el IBEX 35, las grandes fortunas y Bruselas.
Hernando hablaba de “…los serios problemas que padecen los ciudadanos…” debido al bloqueo de estos 300 días. Sin embargo, antes de la caída en desgracia del ya ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ya se encontraban negociando con el PP y con Ciudadanos las próximas medidas económicas y los presupuestos que pide Bruselas.
Eso, que España es el IBEX para los social liberales. Que no extrañe a nadie que durante la legislatura de Rajoy sigan pactando y votando las “urgentes” necesidades. Ya lo hizo Zapatero en la segunda legislatura de Aznar, seguro que el PSOE seguirá ese camino. La diferencia es que ahora eso les costará ir de crisis en crisis.
La Gran coalición contra el pueblo
Lo que se está formando en España es una gran coalición que dará el primer gran paso el sábado. Sin embargo, como ya se está viendo, éste solo será el primer paso de ésta gran coalición. El Ibex 35 no se puede permitir un Gobierno en minoría y sin apoyo político.
Y es que para continuar con los recortes que pide Bruselas y el gran empresariado, es necesario un frente común reaccionario lo más fuerte posible. Para este año, los ajustes se prevén en 5.500 millones, pero para el año siguiente seguirá. Y, todo esto en el marco de la desaceleración económica mundial.
La gran coalición contra los trabajadores y los pueblos será el gran desafío que deberá afrontar la clase obrera. Esta legislatura, sea parcial o no, hará despertar al proletariado español. |