Ayer se realizó la VII Conferencia Anual de jueces, denominada "Por una Justicia al servicio del ciudadano". Ante la presencia de más de 600 magistrados, la gobernadora María Eugenia Vidal brindó un discurso de apertura, luego de lo cual disertó el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
La jornada empezó en el teatro Coliseo Podestá en la Ciudad de La Plata y se trasladó por la tarde hacia la Ciudad de Buenos Aires. Hoy cerrará con un acto en el Patio de Honor de la Corte donde se leerán las conclusiones de la conferencia.
Quienes se trasladaron hasta la capital bonaerense y escucharon atentos a la jefa de Estado provincial, fueron nada más y nada menos que los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, la Asociación de Magistrados, la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales y la Federación Argentina de la Magistratura. También asistieron otros funcionarios de Cambiemos como la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán Garavano, entre otros.
Comprometida y confiada
"Les pido que se comprometan, en cada lugar del país y de la provincia, para que las penas se cumplan efectivamente y no como castigo", sostuvo Vidal y aseguró que confía en "el compromiso" de los funcionarios judiciales en la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y el delito, principales ejes a debatir en el simposio.
"Tenemos un compromiso real y no nos vamos a detener, no es un proceso de un mes o dos, es un proceso que se va a llevar hasta el último día de mandato", afirmó.
Vidal puso como ejemplo a seguir a dos mujeres: las fiscales Alejandra Rodríguez, quien intervino inicialmente en la causa contra el ex secretario de Obras Públicas José López y María Sánchez, a cargo del caso por el asesinato de la joven Lucía en Mar del Plata. Precisamente, Vidal no se privó de aprovechar el fenómeno #NiUnaMenos demagógicamente, poniendo en el mismo lugar el reclamo contra los femicidios, que los de mayor "seguridad" y celeridad judicial.
Lorenzetti por su parte, sostuvo que el objetivo del encuentro es enfocarse "en políticas de Estado, en objetivos comunes, no sólo del Poder Judicial sino también de todos los poderes del Estado. Tenemos que ver de qué manera los tres poderes del Estado podemos enfocarnos en temas comunes que beneficien a nuestro pueblo".
Decisiones difíciles
"Tomé la decisión de emprender caminos difíciles, de no generar improvisaciones ni parches en lo que hace a nuestra tarea de todos los días con el gobierno nacional y el Ejecutivo provincial", sostuvo la joven gobernadora. Desde que asumió, Vidal construye la imagen de la eficiente y tranparente funcionaria que combate a los poderes más oscuros y corruptos que le dejó como herencia la gestión de Daniel Scioli.
Para la lucha contra "el narcotráfico y la corrupción" no alcanza con una "purga" policial, sostuvo. El proceso "es mucho más profundo, es cambiar las reglas de juego de un sistema que funcionó así durante décadas".
Según el discurso de Cambiemos, es por esa "decisión" y por ese "proceso profundo" que el gobierno provincial se ha topado con obstáculos, operaciones y amenazas. Su relación con las mafias policiales de la policía y el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) está marcada desde comienzos de su gestión, por episodios como la triple fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez, mensajes intimidatorios, policías hurgando su escritorio, amenazas en la puerta de su casa. Tal es así, que la mandataria se tuvo que mudar y hoy yace con su familia resguardada en una base militar.
Este "combate" a las fuerzas oscuras del Estado de carácter depuratorio, avanzó recientemente con la decisión de remover a la cúpula del SPB. El hecho tuvo lugar en el marco de graves acusaciones de corrupción contra Fernando Díaz, jefe del área recientemente desplazado. Pero además, en medio de fuertes denuncias sobre violaciones a los derechos humanos escandalosas dentro de las cárceles, tal como dio cuenta el informe de la Comisión Provincial por la Memoria
Por esto, Vidal no desaprovechó la posibilidad de hacer demagogia también en este punto: "La reforma del Sistema Penitenciario que estamos llevando adelante no sólo tiene que ver con la transparencia del servicio, tiene que ver con lo que pase con las cárceles durante el cumplimiento de la pena. La privación de la libertad es la pena, no hay que agregar otras. Y estamos trabajando para que así sea, para que dentro de las capitales carcelarias los detenidos encuentren una opción de inclusión laboral, una opción de inclusión educativa. Para reformar el patronato de liberados, para que trabajen al día siguiente, que es otra gran deuda pendiente que tenemos como provincia", detalló.
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Una foto para bancar a Vidal
La arremetida mediática que instala diariamente el discurso de la "inseguridad", según el cual "todos los vecinos viven con miedo", sirve como un valiosísimo soporte simbólico para la política represiva y de mano dura que impulsa Cambiemos con Patricia Bullrich a la cabeza en Nación y Cristian Ritondo en la provincia. Sin embargo, como se vio en la convocatoria #ParaQueNoTePase - evento que contó con una muy pobre concurrencia- la mira de los medios y de determinados sectores sociales está puesta también, sobre el accionar judicial. Entonces, tal como le solicitó Vidal, el aporte que puede hacer el partido judicial al "proceso de transformación" que impulsa Cambiemos, no es el endurecimiento de las penas (reclamo de Blumberg en 2004) si no su cumplimiento.
De esta forma la gobernadora se presenta como alguien que apuesta a una justicia que cumple con su deber, pero en un marco de respeto a los derechos humanos de las personas privadas de su libertad y con una perspectiva inclusiva. Con esta impronta, busca disfrazar las pujas con la policía y el SPB, pujas que no son más que pases de facturas y reacomodamientos en una provincia clave para el desempeño electoral del oficialismo el año que viene. Cambiemos necesita asegurarse gobernabilidad y un tránsito lo más apacible posible hacia el 2017.
En este contexto en que la justicia también es fuertemente cuestionada, el partido judicial no tuvo pereza en desplazarse en una caravana de micros hasta la capital bonaerense, para posar en la foto junto a la gobernadora: más de 600 jueces pegados a lo "mejorcito" entre las figuras de Cambiemos, en un gesto de fuerte apoyo a su gestión y su "cruzada contra los poderes oscuros". |