Desde que Daniel Francisco Solano desapareció un día como hoy pero hace 3 años, en la localidad de Choele Choel, Río Negro, los hechos planificados, uno tras otro, para obstruir el curso de la causa dejó al descubierto la verdadera cara de las instituciones del estado y sus funcionarios, y al servicio de qué clase están. La empresa multinacional Expofrut y cada uno de los eslabones de la cadena de explotación agraria son los beneficiarios.
Daniel, viajó junto a otros jóvenes desde Tartagal, Salta, a Río Negro, en octubre del 2011, a trabajar temporariamente en la cosecha de manzanas. El contacto local, en el norte salteño, son los reclutadores, que ofreciendo el trabajo a través de una empresa tercerizada, Agrocosecha, trasladaron a los obreros a realizar dicho trabajo en la multinacional de capitales belgas Expofrut.
Bajo firma de un contrato leonino, los jóvenes llegaron en colectivos de una empresa trucha de turismo a trabajar bajos condiciones laborales deplorables. El día 4 de noviembre, Daniel y sus compañeros cobran su primer salario pero no es el acordado. Se traslada con sus amigos por la noche a Choele Choel a un local bailable, Macuba, y a las 2.40 del día 5 Daniel desaparece.
Primera mentira. Daniel se fue a Neuquén por voluntad propia.
A fines de noviembre algunos familiares de Solano se trasladan a Río Negro luego de su desaparición, y realizan una exposición en la policía al no tener información sobre su hijo. La dra. María Constanzo, de la Dirección de Trabajo, es quien toma el caso en primera instancia. Más tarde llega desde Salta el abogado Sergio Heredia y toma la defensa de la familia. En diciembre Heredia afirma: el joven fue asesinado. ¿Por qué? Días previos, Daniel se había percatado de la estafa de la empresa tercerizada para con él y sus compañeros. La potencial organización y reclamo de estafa pero también de las pésimas condiciones laborales en la que los trabajadores vivían temporariamente, hizo que accionen de manera conjunta e inmediata, la multinacional junto a la empresa tercerizada, policía y banda parapolicial para que no se destape la olla.
Segunda mentira. La institución policial en defensa y protección de las personas.
La policía fue quien golpeó y sacó a Daniel del local bailable Macuba en la madrugada del 5 y el grupo parapolicial Bora (Grupo de Operación de Rescate) era quien vigilaba a los trabajadores de la empresa y custodiaba los intereses de la misma. Debido a las pruebas aportadas solamente por la defensa de la familia Solano son 7 los policías que fueron condenados a prisión preventiva, 22 los imputados y 13 los procesados, y el grupo Bora disuelto luego de las denuncias realizadas por Heredia. Sin embargo prevalecen los privilegios para ellos y la institución. A principios del 2014, luego de reiteradas denuncias, se hicieron peritajes en la Comisaría 8° de Choele Choel, donde se encontró ADN para cotejarlo con el de Daniel.
Tercera mentira. Harán justicia a favor de quién lo necesite.
La dra. María Constanzo, funcionaria del estado, quien tomó el caso de la desaparición de Daniel Solano, fue denunciada por estar vinculada a la tercerizada Agrocosecha. Al mismo tiempo, la jueza a cargo Marisa Bosco, cuñada del gerente de la empresa, fue separada del cargo por encubrimiento. La misma tenía acumulada 98 denuncias de trabajadores por apremios policiales, torturas y hasta uso de picanas en la misma.
El padre Daniel, Guadalberto y algunos familiares como Romina, Maira y su tío acampan desde principios del 2012 en Choele Choel. Sergio Heredia vive custodiado en la parroquia del pueblo. Los meses y años pasados afrontando el destierro, los afectos y las constantes amenazas de muertes, campaña de difamaciones y presiones de distinta índole para que los mismos acepten la impunidad y vuelvan a sus casas con el destino firmado para Daniel y su familia por quienes tienen el poder y gobiernan estas provincias y el país. Sin embargo no pudieron doblegarlos. Fue la defensa de la familia de los Solano, muchos compañeros de Daniel y personas solidarias con la causa, quienes aportaron 50 cuerpos de expedientes del cual se desprendieron 22 causas paralelas en el juzgado federal, en la que figura, entre otras cosas sumamente importantes, la denuncia de la desaparición de dos trabajadores más como Pedro Cabañas Cuba, de Paraguay, y Villagrán de Jujuy, y mucha información que permitiría dejar al descubierto el gran entramado de la red de explotación agraria. Hoy 5 de noviembre, somos muchos los que exigiremos la aparición de Daniel Solano y quienes seguiremos confiando que la mejor manera de tenerlo presente es denunciando las condiciones en la que viven los trabajares rurales, los golondrinas, organizándonos y luchar para desenredar estas redes de explotación laboral que extraen de cada vuelo de un golondrina toda la riqueza generada en su andar.
“…No te olvido, no olvido tus gestos, como eso que quisiste realizar por tus compañeros, a ti te callaron por siempre pero un año después tus mismos compañeros gritaron por ese reclamo… era por algo justo. No más estafas a los obreros, no más…” Romina Solano. |