Se trata de una práctica que se fusiona con el culto católico que en la actualidad siguen miles de personas más allá de su religión, como una tradición que se preserva. Llegado el mes de noviembre se colocan altares con flores, velas, bálsamos, alimentos y todo aquello que le gustaba al ser querido.
Presentamos algunas imágenes de ofrendas, enviadas por los lectores. |