El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) declaró en su último comunicado: “Estaremos atentos y pendientes de los resultados de las elecciones. El interés de los mexicanos en esta contienda demuestra la intensidad de nuestros vínculos sociales, culturales y económicos. Es una realidad que ya existe y se vive cotidianamente en ambos países, y que no podrá ser interrumpida por discursos ni decisiones políticas”.
Juan Pablo Castañón, presidente del organismo empresarial, destacó las cifras que demuestran el potente intercambio comercial entre los dos países: cada día atraviesan la frontera un millón de personas y 300 mil vehículos.
Abundó que en 2015 el comercio bilateral entre México y Estados Unidos superó los 532 mil millones de dólares.
México constituye el segundo destino de exportación de Estados Unidos y el primer mercado de exportación para California, Arizona, Nuevo México y Texas, mientras que se mueven por día 1,500 millones de dólares en bienes, aproximadamente.
El presidente del CCE ratificó el apoyo del sector empresarial al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por haber sido una herramienta eficaz para el desarrollo de México y de la región. Claro: para la mayor generación de ganancias que obtuvo el empresariado a uno y otro lado de la frontera, a costa de dejar millones de desocupados en Estados Unidos por la localización, y de precarizar brutalmente las condiciones de trabajo en México. Y el TLC fungió además como la antesala de las reformas estructurales.
Castañón declaró: “Con el TLCAN, América del Norte se ha convertido en una de las zonas de libre comercio más importantes del mundo: 15% del comercio global; 28% del PIB mundial y 14% de los flujos de inversión extranjera directa”. Sobre la base del despojo, la devastación y la degradación de las condiciones de vida para las mayorías.
Los empresarios de distintas nacionalidades fueron los grandes beneficiarios del libre comercio. Por eso, ahora Castañón, su vocero, exige al senado mexicano la ratificación y puesta en operación del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP), al que consideran la mejor vía para modernizar el TLC y aumentar la tasa explotación de la clase trabajadora y la expoliación de recursos.
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