Foto: Ricardo Stuckert
Este viernes (11) tuvo lugar el segundo día de reunión de la Dirección Nacional del PT, en un hotel de la capital paulista. El presidente nacional del partido, Rui Falcão, llegó acompañado de los diputados federales Enio Verri y José Guimarães. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva también participó del encuentro. Su misión era la de integrar las fuerzas partidarias para definir la forma de elección de los delegados de cara al próximo Congreso Nacional del PT, que será el encargado de elegir la nueva dirección del partido. El jueves (10), no hubo consenso sobre a forma de elección de los delegados ni el formato de la elección del Ejecutivo partidario.
Hasta el jueves (10) los grupos coincidían en la modalidad de elección indirecta a través de delegados electos en los municipios. Las posiciones estaban divididas entre quienes sostenían la indicación de los delegados directamente a través de las direcciones municipales y quienes sostenían la elección de los delegados vía congresos municipales y estaduales. La oposición a la dirección mayoritaria (Construyendo un Nuevo Brasil - CNB, alineada con Lula) defendía esta última opción. Los dirigentes pasaron horas intentando llegar a un consenso. Frente a las declaraciones de que algunos parlamentarios cambiarían de partido frente al temor a no ser reelectos, considerando el desgaste del PT, o incluso a “cambiar el nombre y la sigla del Partido”, Lula apeló a que se alcanzara un acuerdo entre las diferentes corrientes internas.
A pesar de los llamados de Lula a la unidad partidaria y a evitar la ruptura, la Dirección Nacional del PT se mantuvo dividida. Por 57 votos contra 27 la corriente mayoritaria, Construyendo un Nuevo Brasil, y aliados lograron aprobar la propuesta de realizar un Proceso de Elecciones Directas (PED) en los municipios donde serán elegidas las direcciones locales y los delegados para los Congresos estaduales del partido, que a su vez elegirían a los 600 representantes para el 6º Congreso Nacional del PT. La corriente Muda PT que congrega a las cinco mayores corrientes de “izquierda” del partido y a la mayoría de la bancada petista en la Cámara, defendía la eliminación del Proceso de Elecciones Directas en todas las etapas de elección de las instancias dirigentes de la sigla.
La discusión en la reunión de la Dirección Nacional del PT refleja la crisis histórica que el partido está atravesando. Como venimos señalando desde Esquerda Diário, durante los 13 años en los que fue gobierno, el PT asimiló los métodos de la derecha cuando se propuso gobernar para los ricos, hizo alianzas con los golpistas y frente al golpe se negó a organizar a los trabajadores y sectores populares para luchar contra Temer. Frente a la crisis histórica partidaria, diversos sectores de la burocracia petista intentan canalizar la insatisfacción para evitar la desbandada de militantes. Sectores de esta burocracia partidaria buscan ganar una influencia mayor al interior del partido. Sin embargo, a pesar de las diferencias, la estrategia petista de conservar fuerzas para lanzarse nuevamente en 2018 se mantiene vigente al interior del partido. Pensando en 2018, Lula apela a mantener la cohesión interna alrededor de su figura. Estas distintas alas petistas, que canalizan el sentimiento legítimo de insatisfacción de su base, contribuyen a evitar que surja una alternativa independiente de los trabajadores, anticapitalista y revolucionaria. Para avanzar en la construcción de esta alternativa es necesario sacar las lecciones de la política de conciliación de clases llevada adelante por el PT.
Te puede interesar: Lecciones de la derrota del PT, avance de la derecha y qué izquierda construir en Brasil |
