Los familiares manifiestan que la ley no es suficiente, ya que sólo establece penas que llegan a diez años de presidio y no asegura que las policías sean juzgados por la justicia ordinaria.
En la tarde del viernes 11 de octubre, decenas de personas marcharon por el Paseo Ahumada en contra la violencia policial y exigiendo el fin de la justicia militar. Esto en el marco del segundo aniversario del asesinato de Luciano Villanueva, joven que fue acribillado por Carabineros en su propia casa en Parral en el año 2014. La manifestación fue convocada por la Agrupación de Víctimas de Violencia Policial y comenzó con un acto en la Plaza de Armas en las que se congregaron familiares de las víctimas y agrupaciones políticas y sociales.
María Carrasco, madre de Luciano Villanueva, se mostró agradecida por el trabajo realizado por la Agrupación de Víctimas de Violencia Policial y señaló su más profundo rechazo hacia el actuar policial y como sus actos quedan impunes ante ley, donde manifestó: "Es necesario parar la justicia militar, paremos con todo esto, porque las personas que quedamos sufriendo, nos cuesta mucho recuperarnos y quienes cometen estos asesinatos quedan impunes".
En la concentración se hicieron presentes Miguel Fonseca, vocero de la Agrupación de Víctimas de Violencia Policial y Jacqueline Gutiérrez, hermana de Manuel Gutiérrez. El joven fue asesinado hace cinco años por el ex sargento Miguel Millacura en una protesta nacional convocada por la CUT el 25 de agosto del 2011. El caso sigue impune, por lo que la lucha de la familia no descansa.
Frente a esto, Jacqueline manifestó: “Nosotros no encontramos justicia en este país, porque la justicia se le niega al pobre, porque la justicia se le niega al poblador. Vivir en una población es un delito”. También se refirió a los otros casos de violencia policial: “Desde el supuesto regreso a la democracia hay un montón de personas que han muerto en manos de los uniformados. Y eso va a seguir pasando, por eso hoy en día nosotros levantamos nuestra voz y decimos que no queremos más Manuel Gutiérrez”.
Muchas fueron las víctimas recordadas. Entre ellas estuvieron: Jaime Soto, un joven asesinado en medio de un enfrentamiento entre Carabineros y pobladores de La Ermita en marzo del 2015; Hugo Arispe, cuidador de autos que fue detenido y desaparecido en la cárcel de Arica en el 2001; Sebastián Acevedo, un obrero que se inmoló en la Plaza de la Independencia de Chile en la ciudad de Concepción el año 1983 luego de saber que la CNI se había llevado a sus hijos y tras no obtener información acerca del paradero de los desaparecidos. El día de ayer se conmemoraron 33 años de su deceso.
Finalmente, luego de un emotivo pie de “cueca sola” que recordaba a víctimas de la represión estatal, Bárbara Brito, Vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, se manifestó en contra de la violencia policial y en especial sobre la justicia militar, donde declaró: “Los derechos humanos es hoy una de las áreas más difíciles de abordar, en una democracia que es para ricos no se ve el trasfondo de lo que sucede en las poblaciones y al interior de las movilizaciones.”
Además, hizo una crítica a la ley que tipifica el delito de la tortura, tratos crueles e inhumanos, anunciado hoy por el Gobierno: “Tenemos la duda de que esta ley responda a cabalidad por la demanda del fin a la justicia militar y en particular por la demanda que venimos exigiendo que la policía sea juzgada como un civil. Tenemos dudas de que esa ley venga a terminar con la impunidad, es por esto llamamos a organizarnos y a fortalecer la organización por el cumplimiento de estas demandas.”
La marcha finalizó en el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile, dónde con cánticos y discursos se recordó a las víctimas de violencias policial y se llamó a seguir unificando estas demandas para disolver por fin esta doble justicia existente en Chile. |