Era 1973 y Londres transitaba una crisis económica y desocupación muy grande. Estalla la crisis y en Manchester cientos de fábricas cierran sus puertas . La música expresa el descontento social y también los adolescentes, que son la vanguardia del momento. Se levantan y se manifiestan frente al palacio real. Fue el invierno de Manchester, la perla industrial del norte. Todo se vestía de gris de tristeza y decadencia y eso que Margaret Thatcher aún no había subido al poder.
De esta ira nace una nueva manera de expresión, al menos para la clase trabajadora y los jóvenes. El gobierno laborista no sabía de qué forma encarrilar las cosas y se enfrentaba a un sin fin de huelgas sindicales. Un nuevo movimiento llamado punk nace para dejar en claro que es tiempo de transgredir esta sociedad pacata y opresora.
En la gran usina de Manchester
En junio de 1976, los Sex Pistols visitaron la ciudad, presentándose en el Lesser Free Trade Hall. Lo que para mucha gente fue un simple recital, para la historia musical de la ciudad significó mucho más. Luego vendrían The Clash, pasando también por los comienzos del punk de Bowie, hasta el punk mucho más nostálgico y reflexivo de Joy Division.
La escena ayudaba y mucho. En Manchester la música se revelaba ante un sistema opresor, vibraba. La Hacienda era una suerte de usina. Allí el joven fotógrafo Kevin Cummins era el encargado de captar durante las noches, entre cervezas, ácidos y rock, el paso de las jóvenes bandas locales.
Cummins nace en Manchester. Comienza desde muy chico en el mundo de la fotografía con la primera cámara que le regala su padre, haciendo fotos de sus vacaciones y del barrio donde vivía.
1979 Ian Curtis, Stephen Morris, Peter Hook y Bernard Summer comenzarían un gran viaje que marcó no solo su historia, sino la forma en la que se veía y escuchaba la música en esa época. Para su primer disco Unknown Pleasures bajo el nombre de Joy Divison toman como inspiración a David Bowie e Iggy Pop, pero aggiornando los sonidos vanguardistas del synthpop y el krautrock alemán.
Antes del lanzamiento, el 15 de junio del mismo año, la banda tenía fecha para una sesión de fotos para la revista NME con el fotógrafo aun amateur Kevin Cummins. Sin imaginarlo la fotografía de Cummins se convertiría en la imagen más representativa de la banda e Ian Curtis hasta la fecha.
Cummins fue el fotógrafo que tuvo acceso total a la intimidad de la banda. Esa intimidad y cotidianeidad hace que logre su meta: plasmar el sonido de la banda en fotografías.
Cummins ha comentado que la idea de aquel photoshoot era tratar de captar su sonido en imágenes y, aunque estuvieron a punto de cancelar la sesión por culpa del clima y cuenta que la banda se quejaba del frío, pudieron obtener las mejores fotos con el paisaje adornado con nieve.
“La idea original era tomar a la banda desde la carretera mirando hacia el puente, ellos mirando al sur, como si estuvieran buscando Manchester casi diciendo: cuando seamos exitosos estaremos ahí.
Cummins es considerado uno de los fotógrafos y retratistas de música más reconocidos del mundo. Sus fotografías crudas y poco artificiales de la movida de Manchester son un documento histórico para generaciones de fotógrafos, y su lente inmortalizó a bandas legendarias como Joy Division, The Smiths y Morrissey, Happy Mondays, The Stone Roses y New Order, como parte de lo que generó a su alrededor la disco The Factor. También pasaron por su lente Madonna bailando en uno de los pilares de strip tease en The Hacienda, los hermanos Noel y Liam Gallagher con t-shirts del Manchester City. Como buen fanático de este club de fútbol, más recientemente retrató a los argentinos Carlitos Tevez y el Kun Agüero.
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