Foto Mejorinformado.com
En la tarde ventosa de Centenario (provincia de Neuquén) La Izquierda Diario llega a la casa de Luciano Almirón, quien junto a su pareja Yanina espera con mates y con cara de agotamiento físico por haber estado desde las 5 de la mañana despierto, manifestándose en las puertas de Molarsa debido a su despido arbitrario y a los distintos atropellos patronales que viene haciendo la multinacional.
Su cansancio físico para nada se compara con la fortaleza que muestra su mirada cuando se dispone a contar su lucha. Menos aún con la fuerza que le da Yanina, acompañándolo a cada acción que vienen realizando los papeleros.
¿Cómo fue tu despido?
Yo llegué el sábado 12, a las seis de la mañana, y en los portones de la fábrica me estaba esperando el guardia de seguridad con un telegrama en el que me notificaban de mi despido. En el telegrama decía que era por haber hecho una publicación en Facebook.
¿Qué es lo que escribiste y por qué?
Puse en mi muro que el señor Marcelo Arias, gerente de Recursos Humanos de Molarsa, deje de robar la plata a los trabajadores, que nos deje de maltratar, que no deje más familias en la calle. Evidentemente la patronal se molestó por eso. Pero vivimos en democracia y tiene que haber plena libertad de expresión.
En el telegrama describen todo: que entraron a Google Chrome, que entraron a Facebook, que me buscaron como Luciano Almirón en el buscador de personas, buscaron la publicación y con esos motivos me despidieron.
Yo lo único que hice es dar una opinión de la persecución que estamos viviendo dentro de la planta, no sólo a mí, si no a mis compañeros también, hablar de las rebajas salariales de más del 40 %, que le inician juicio de desafuero a uno de nuestros delgados, que despidieron a otro compañero con causas inventadas y que trabaja hace muchos años en la empresa, que realizaron casi treinta despidos encubiertos.
Todo el tiempo los supervisores y Arias están amedrentando y amenazando que si hacemos algo nos van a despedir o que van a cerrar la empresa. Se manejan con total impunidad. Les dicen a todos que si hacen las medidas los van a echar.
Yo siempre vengo publicando y expresándome libremente porque nos causa mucha indignación e incertidumbre lo que está pasando, por la constante persecución. Están acostumbrados a perseguir y a faltarle el respeto al trabajador. Me da bronca porque vivimos con miedo, mis compañeros tienen miedo de llegar al portón y no saber si los sancionaron o si los echaron o qué les van a decir porque dijiste o hiciste algo que no les gustó. Es algo totalmente descabellado que no tiene razón de ser. De esto la patronal se encarga todos los días.
El Sindicato Papelero sacó un paro por tu despido. ¿Cómo sigue la lucha?
Sí, sacaron un paro de 24 horas a pedido de la asamblea. Lo van a llevar adelante los compañeros porque hay mucha bronca con todo lo que pasa. Hay que pararles la mano. Queremos avanzar en esto y darle un corte a todo. Venimos hace varios meses en la ruta alertando a la comunidad y a la Subsecretaría de Trabajo de la situación en la planta. Lo hemos hecho con panfleteada sin cortar la ruta y la comunidad nos ha brindado su apoyo y aportado al fondo de lucha que hacemos con cajas.
Pero hoy por hoy, ni la Subsecretaría, ni el gobierno, ni la empresa nos han dado una respuesta satisfactoria, durante meses hemos hecho todas las presentaciones habidas y por haber, pero no sucede nada. Así que nos obligan a subir a la ruta y cortar. Nos obligan porque realmente no queremos hacerlo, pero tenemos que salir a defender nuestros derechos, a defender nuestro plato de comida, a defender a nuestra familia.
Le dije a mi pareja que yo a voy a pelear hasta las últimas consecuencias, porque no puede ser que un empresario nos pisotee como si fuéramos basura. Tenemos que poder tener el derecho a decir lo que pensamos, tenemos que poder tener un sueldo digno. No porque te manifiestes te tienen que echar como un perro, como si fuera que detrás de uno no hay una familia.
Esto no es solo por mí, sino por todos los trabajadores que tienen que alzar la voz sin que los repriman. Yo voy a luchar así me queden las últimas fuerzas, porque sé que están mis compañeros para bancarme.
Luciano Almirón solidarizándose con su compañero delegado Alfredo Fuentes |