Amante del alto perfil, periodista “tira bombas”, Anello además está acusado de violencia de género por su expareja y fue denunciado ante el Inadi por dichos antisemitas hace algunos años.
El nombre del periodista Gabriel Anello volvió a estar en boca de todos, una vez más. Y en esta oportunidad tampoco es por una destacada labor periodística. El relator publicó en su cuenta de Twitter un día antes del partido de Argentina contra Colombia, que según su información el jugador Lavezzi no iría ni siquiera al banco de suplentes por haber sido descubierto fumando un porro.
Lavezzi queda fuera del banco de suplentes mañana por el porro q se fumo anoche en la concentración ? Pregunto ... solo pregunto
Esto provocó la ira de todo el plantel de la selección de Bauza, que ya venía recibiendo muchas críticas por sus flojas actuaciones, y que ayer decidieran comunicar todos juntos y en conferencia de prensa mediante su capitán Lionel Messi, que “a raíz de todo lo dicho, pero principalmente por esta acusación, no iban a hacer más declaraciones a la prensa” hasta nuevo aviso.
Además el jugador Lavezzi decició iniciarle acciones legales por los dichos del periodista.
De profesión contador, pero periodista en ejercicio, Gabriel Anello supo hacerse un lugar en los medios a su manera. Muchos de los seguidores del ascenso lo recordarán porque allá por 2008, ya trabajando para el Grupo Uno de Daniel Vila en radio La Red, hizo un impresionante lobby mediático para que Independiente de Rivadavia, equipo cuyo dueño es el conocido empresario, ascendiera. El relator salió a denunciar vehementenmente un 0-0 entre Sportivo Desamparados de San Juan y San Martín de Mendoza en el Torneo Argentino A, que según él había sido arreglado con coimas y que además perjudicaba a la "lepra" mendocina. Fue tanto el escándalo que hizo que, como buen operador, "el gordo" -como se lo conoce en el ambiente- logró que se le quitaran los puntos a Desamparados y de esta forma ascendiera el equipo de su patrón Daniel Vila.
Pero lo más importante de su carrera todavía estaba por llegar. Luego de unos años de conseguir notoriedad por sus famosas “bombas” periodísticas -que no son ni más ni menos que chimentos futboleros de dudosas fuentes- consiguió un Martín Fierro y de esa manera desembarcó en las grandes ligas.
Así consiguió un lugar en la radio más escuchada del espectro AM, Radio Mitre. Según cuenta su expareja, Anello tendría un buen pasar económico por lo que no habría tenido problemas en pagar tanto por el Martin Fierro "ganado" allá por 2009, como por el espacio que aun tiene en la importante emisora radial del Grupo Clarín.
Pero no es esta la primera vez que Anello tiene una conducta desafortunada y repudiada por la opinión pública. En mayo de 2009 fue denunciado por antisemitismo por el exárbitro José Barenboim ante el Inadi y la DAIA. El motivo fue postear en su Facebook la frase: "Hitler debió haber vivido 10 años más para terminar la obra". No hace falta agregar más.
Más cerca en el tiempo, el relator fue denunciado por su expareja Verónica Caro por ejercer violencia de género. Luego de que Aptra nominara de nuevo al relator para los Martín Fierro, la mujer, indignada, decide hacer pública la denuncia con una carta en la que entre otras cosas dice: "En ese período sufrí todo tipo de agresión -física, psíquica, económica y verbal- y luego de 1 año y ocho meses de haber recibido varios golpes me vi obligada a abandonar el hogar cuando en una discusión muy fuerte me empuja y me tira por las escaleras, provocándome la fisura de mi clavícula". Otra muestra de lo nefasto de este personaje.
Además de la denuncia correspondiente, la expareja de Anello organizó un escrache en las puertas de la gala de los premios, en donde le entregaba a todos los asistentes un volante con la cara del relator y la frase #NiUnaMenos, para hacerles saber a todos quién era verdaderamente este personaje.
Mas allá de la polémica de si Lavezzí fumó o no marihuana en la concentración, el prontuario de este periodista muestra cláramente que su forma de mantenerse en los medios no es justamente esta hermosa profesión.
Su carrera fue hecha en base a escándalos por discriminación, violencia de género, acusaciones de coimas por premios, un estilo agresivo y muchas veces homofóbico de manifestarse y la ya conocida forma de hacer ruido tirando títulos que nada tienen que ver con el periodismo, sino con generar polémicas para que todos hablen de el.
Nunca vamos a ver a Anello hablando exclusivamente de como se juega a la pelota, analizando tácticamente algún equipo o incluso recordando viejas glorias del fútbol. No. Esta forma de hacer periodismo "tira bombas" que lleva adelante ya tiene escuela hace mucho en Argentina con otros colegas suyos.
Sobran ejemplos de "periodistas" que construyeron una carrera en base a este estilo, como el repudiado Martín Liberman, también destacado por su machismo y misoginia, o el ahora periodista político Alejandro Fantino, que conducía un programa llamado El Show del Futbol en donde se dedicaban a polemizar sobre cuestiones extra deportivas.
Queda claro que este es el periodismo que el negocio en que se convirtió el fútbol genera. Nada más alejado de los destacados ejemplos como Diego Latorre, Juan Pablo Varsky o Alejandro Apo, que tal vez con distintos estilos entre ellos, buscan hablar de lo más hermosos que tiene este juego, la pelota y lo que sucede en los apasionantes 90 minutos de un partido.