Este jueves el concejo deliberante convirtió en norma el presupuesto para el año 2017. El único voto negativo fue el de la banca que ocupamos desde el PTS. Como venimos diciendo desde el Frente de Izquierda, en todas las cuestiones de importancia, los bloques del PJ y la UCR votan exactamente igual. Se trata de un acuerdo explícito que busca que no se exprese la bronca que recorre a amplios sectores de trabajadores que ven como se erosiona el poder de compra de su salario con cada nueva medida anti popular de los gobiernos de Macri y Cornejo, secundado por sus aliados del peronismo.
La aprobación del presupuesto 2017 por parte del radicalismo no es una novedad, en la Legislaturatambién los diputados de la oposición, con la única excepción del FIT, aprobaron el presupuesto al gobierno provincial a cambio de mantener la buena convivencia en los municipios.
Remuneraciones abultadas, para los de arriba
El presupuesto presentado para 2017 por el intendente Bermejo se mantiene fundamentalmente igual al de años anteriores, con un incremento nominal que tendrá pocas repercusiones dado que a esta altura, el objetivo una reducción drástica de la inflación es una quimera a la que el gobierno de cambiemos trata de llegar por medio de mazazos al bolsillo popular y un difícil endeudamiento externo. Proporcionalmente los recursos de origen municipal, nacional y provincial se mantienen.
La reasignación de partidas presupuestarias dispuestas por el anexo III, que da la posibilidad al Ejecutivo de reordenar la pauta de gastos conforme sus necesidades de coyuntura, prácticamente anula el control que pueda ejercer el concejo deliberante sobre la gestión del intendente. Otra realidad que no sorprende: el supuesto “contrapeso” que establece la división de poderes en realidad funciona como una caja de favores que se reparten las fracciones de los partidos tradicionales que se encargan de administrar el poder político.
Los funcionarios de Bermejo fueron muy claros en sus exposiciones: se está en un periodo de difícil “previsibilidad”, por lo que los cálculos son más bien conservadores. Este conservadurismo está más bien dirigido contra cualquier posibilidad de “desalentar” a los sectores empresarios del negocio inmobiliario, los servicios y la industria, a los que Bermejo intenta seducir para que coloquen sus inversiones en el departamento.
El presupuesto 2017 está diseñado para mantener la miseria salarial en la que se encuentra gran parte de la plantilla de trabajadores municipales, una parte significativa de los cuales cobran a final de cada mes trabajado una exigua suma de $5.500/$6.000 pesos, menos de la mitad de la canasta básica familiar para una familia tipo en la provincia de Mendoza. Mientras tanto, los salarios de los funcionarios se calculan tomando como base el sueldo del gobernador. Además, el proyecto prevé la creación de sumas no remunerativas ni bonificables a cuenta de futuros aumentos salariales, algo que fue rechazado de plano desde nuestra banca.
Votá tu propio sueldo
Así como si se tratara de una tomada de pelo para los miles que ya sufren las consecuencias de la crisis y a ese tercio de los trabajadores que por ser super explotados y precarizados no son alcanzados por el “privilegio” de las paritarias, los concejales tienen el “privilegio” (uno más y van…) de votar su propio sueldo. Sí, leyó bien.
La estructura de cargos con sus respectivas remuneraciones es parte del presupuesto sancionado. Allí se puede ver cómo por ejemplo los delegados distritales, que no están sometidos a elección popular y son puestos por el partido de gobierno, cobran el 58% del sueldo del intendente y son equipados con movilidad y viáticos.
Los trabajadores de TARCOL ubicada en Maipú, que llevan adelante la ocupación de la planta desde hace más de dos meses, luchan para sacar adelante a sus familias de la forma que van pudiendo: moviendo el fondo de lucha y realizando trabajos los trabajadores subsisten el día a día mientras en el gobierno no hay respuestas concretas sobre las inversiones que se necesitan para volver a poner en movimiento la fábrica. Estas 70 familias no cuentan con el privilegio de votar sus remuneraciones, pero enfrentan con valentía la desocupación, de una forma mil veces más concreta que las miles de palabras de los funcionarios.
El problema de los despidos, que ya se extienden en distintas proporciones en la rama vitivinícola, no está contemplado para nada en el presupuesto: algunos miles de pesos destinados a palear la emergencia social es todo a lo que se aspira para el 2017 en tierras del departamento históricamente gobernado por el peronismo.
Un presupuesto que no habla de TARCOL
En el presupuesto 2017 parece que jamás se vació una fábrica o que no hay 80 familias que se encuentran en virtual estado de desocupación. Los trabajadores ya están constituidos en cooperativa, a la espera de que se den las condiciones para poder poner en movimiento toda la maquinaria y así poder producir, comercializar y cobrar sus salarios.
Sin embargo esta realidad no estuvo contemplada en el presupuesto, que no incluye la propuesta de ninguna ayuda extraordinaria para que se pueda salir de tal situación, otorgando a la cooperativa bajo alguna forma el dinero para poder poner la fábrica en pleno funcionamiento. Seguir los caminos burocráticos y esperar es el único lenguaje que manejan con los trabajadores, el lenguaje de la celeridad y las facilidades está reservado para otros…
Disidencia
Es por estas razones entre otras que votamos en contra del proyecto de presupuesto. El dinero que se genera en el municipio no va a ser volcado en las obras que son de extrema necesidad, ni en la solución de la necesidad habitacional que aqueja a miles de maipucinos si no se afectan los intereses de las grandes fortunas y se acaba con la casta de políticos profesionales que gobiernan para los empresarios. Por eso es necesario seguir fortaleciendo al frente de izquierda y al PTS que junto con la movilización en las calles, son las herramientas que tenemos para conquistar nuestras demandas. |