Mariano Rajoy y el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. Foto: EFE
La del martes fue una jornada prolífica para el Gobierno “nuevo de trinca” del Partido Popular en cuanto a economía se refiere. Pese a los esfuerzos de Rajoy, se empiezan a desvelar los recortes que vienen.
Por la tarde, Mariano Rajoy acudía al Senado tras más de un año y medio sin aparecer por allí. Total, la mayoría absoluta en la Cámara Alta le condona ese privilegio. La de ayer era la primera sesión de control desde que se formó Gobierno y echara a andar la nueva legislatura. Aunque pareciera que seguimos aun en la anterior.
Rajoy se limitó a tirar del discurso de crecimiento y los datos macroeconómicos inflados por las estadísticas oficiales para abordar los temas como los presupuestos generales, el sistema de pensiones o el aumento del gasto social.
Pese al esfuerzo del presidente del Gobierno por tirar balones fuera, Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda, fue meridianamente claro en los pasillos del Senado. El Gobierno tiene la previsión de bajar el techo de gasto en al menos 5.000 millones de euros respecto al Presupuesto inicial de 2016.
El anuncio de bajar el techo de gasto por parte Montoro viene apenas 24 horas después de que el ministro diera a conocer que el Gobierno prorrogará los Presupuestos Generales de 2016 y seguirá funcionado con estos hasta que se presenten los de 2017 a finales de enero, según previsiones del propio Gobierno. Con esta medida, el Ejecutivo pretendía dar un respiro en cuanto los recortes que se esperan. Sin embargo, el tijeretazo ha llegado en forma de reducción de gastos.
Montoro explicó que de no realizarse esta reducción de gasto para cumplir con el objetivo de déficit del 3,1% para 2017, el esfuerzo económico tendría que ser superior al ajuste de 5.500 millones que viene impuesto desde Bruselas.
Para ello, además, el Ejecutivo tiene previsto subir también algunos impuestos. De momento, solo se han mencionado los que afectan al tabaco, alcohol y el de Sociedades para las grandes empresas.
Por otra parte, la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, reconoció en la sesión de la comisión del pacto de Toledo, el deterioro del sistema de pensiones. La única medida anunciada por la ministra al respecto supondría un cambio en la política de reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social. Es decir, que los Presupuestos Generales asuman el abaratamiento del coste de las cotizaciones sociales que pagan las empresas para agilizar las contrataciones implementado durante la anterior legislatura. Es el caso, por ejemplo, de la “tarifa plana” de 100 euros a la contratación indefinida que hasta ahora corría a cargo de la Seguridad Social. Una medida que difícilmente permitiría sanear uno de los grandes agujeros que soportan las arcas públicas fomentados por el anterior Gobierno del PP, el sistema de pensiones.
Apenas tres semanas después de la formación de la “gran coalición” de facto que nace bajo el dictado de la democracia del IBEX35, el Ejecutivo de Mariano Rajoy no está perdiendo el tiempo en sacar adelante la agenda de recortes y reformas estructurales que deberá realizar de cara a los próximos dos años.
Lo que está por verse es si la tregua que los sindicatos mayoritarios le han dado al gobierno en los últimos años es superada desde abajo en las calles, las empresas y los centros de estudio. |