Las milicias chiíes Multitud Popular se hicieron este miércoles con el control de toda la región al oeste de Mosul y consiguieron así rodear la ciudad, principal bastión del Estado Islámico (EI) en Irak, excepto una carretera por la que los yihadistas aún pueden circular.
El dirigente de las milicias Abu Mahdi al Mohandes aseguró en un comunicado que la ciudad está rodeada "por completo", excepto la carretera que une Mosul con la estratégica localidad de Tel Afar, también en manos del grupo radical.
Al Mohandes agregó que las milicias trabajan para tomar el control de esa carretera "en las próximas horas".
Asimismo, explicó que las milicias chiíes alcanzaron la región de Sinyar, a 120 kilómetros al oeste del Mosul, donde se encuentran desplegadas las tropas kurdas "peshmergas", que luchan principalmente en el frente de batalla septentrional.
La nota agregó que, de esta forma, concluye la cuarta etapa de las operaciones de la Multitud Popular en el frente occidental, después de haber logrado sus objetivos "con éxito" y haber expulsado al EI de amplias zonas ubicadas al oeste de Mosul.
El pasado 17 de octubre las fuerzas gubernamentales iraquíes y las kurdas lanzaron una gran ofensiva para intentar arrebatar al EI la provincia de Nínive y su capital, Mosul, que fue conquistada por los terroristas en 2014.
Días más tarde, la Multitud Popular se unió a la campaña militar desplegándose al oeste de Mosul, a pesar de los temores por la intervención de las milicias chiíes en la liberación de esta zona, cuya población es mayoritariamente suní.
Temor por el éxodo masivo ante los enfrentamientos
Gran parte de la población de origen suní se encuentra ante el dilema de mantenerse en ciudades que aún se encuentran bajo el control del Estado Islámico o enfrentarse a la incertidumbre de lo que pueda venir tras una liberación de las ciudades por milicias chiíes. No son pocas las historias de venganzas aberrantes por parte de milicias chiíes a habitantes sunítas que se encontraban en zonas bajo control del Estado Islámico.
Decenas de miles de civiles iraquíes habían huido este miércoles de Tal Afar mientras grupos paramilitares chiíes se acercaban a la localidad. El éxodo desde Tal Afar, a unos 60 kilómetros al oeste de Mosul, está causando preocupación entre las organizaciones humanitarias, ya que muchos civiles se están dirigiendo a territorios que siguen bajo el control Estado Islámico donde no se les puede enviar ayuda, dijeron funcionarios locales.
Alrededor de 3.000 familias han abandonado la localidad y cerca de la mitad se dirige al suroeste, en dirección a Siria, mientras que los civiles restantes van al norte, hacia zonas controladas por comunidades kurdas, dijo Nuraldin Qablan, un representante de Tal Afar en el consejo provincial de Nínive, ahora situado en la capital kurda, Erbil.
Esta tragedia para miles de familias que huyen de la guerra es solo el primero de los problemas que tiene el gobierno de Irak, que tras una hipotética toma de Mosul deberá negociar con las múltiples fuerzas presentes en el terreno, el futuro de la región. |