La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, pidió este martes al Parlamento que decida los pasos a seguir para entregar el poder tras un escándalo de tráfico de influencias, lo que llevó a la crisis política por la que atraviesa el país. "Dejaré al Parlamento todo sobre mi futuro, incluyendo la reducción de mi mandato", comentó Park en breves declaraciones por televisión.
En su discurso televisado, Park también se comprometió a "colaborar con la investigación" incluso antes de dimitir, a pesar de que el día anterior se había negado a ser interrogada ante los fiscales después de que estos la señalaran como "cómplice" en el caso que gira en torno a Park y su amiga Choi Soon-sil, conocida como la "Rasputina coreana" que presuntamente intervino en asuntos de Estado a pesar de no ostentar cargo público. También se le atribuye a Soon-sil haber extorsionado a empresas para obtener millonarias sumas de dinero que se habría apropiado parcialmente, entre otros actos irregulares.
De finalizar su mandato antes de tiempo, la primera mujer jefa de Estado de Corea del Sur sería también la primera mandataria en no completar su mandato de cinco años, que cumpliría en febrero de 2018. Ningún presidente surcoreano renuncio o debio entregar su cargo antes de finalizar un mandato de cinco años, desde la implementación del actual sistema democrático en 1987.
Desde la oposición denuncian que la presidenta busca dejar el peso de resolver la crisis al Parlamento, controlado por una coalición de oposición desde que el Partido Saenuri de Park perdió inesperadamente su mayoría en las elecciones de abril. "Le está pasando la pelota al Parlamento cuando podría simplemente renunciar", dijo a Reuters Park Kwang-on, un legislador del Partido Democrático, quien opinó que la presidenta sólo busca estancar el proceso.
Antes del discurso televisado de la presidenta, los partidos de la oposición habían anunciado que someterán a votación probablemente el próximo viernes en la Asamblea Nacional una moción para la destitución de la presidenta, cuya tasa de popularidad es de apenas el 4 por ciento, la menor de un líder en la historia del país.
El nuevo discurso, de la presidenta Park, llega en un momento de gran presión contra su mandato después de que el sábado casi dos millones de surcoreanos -según datos de los convocantes- se manifestaran en Seúl y otras ciudades del país para pedir su dimisión en la quinta jornada de protestas masiva por el escándalo "Choi Soon-sil".
Las manifestaciones contra la presidenta Park de estas últimas semanas, fueron precedidas por la lucha de los trabajadores surcoreanos contra una reforma laboral. Decenas de miles de trabajadores paralizaron sus actividades y se movilizaron a Seul, a finales de septiembre, en rechazo a una reforma laboral que afecta las escalas salariales.
Con nuevas y cada vez más graves revelaciones sobre el caso, detenciones de altos funcionarios, redadas de grandes empresas e interrogatorios a directivos han llevado a una profunda crisis del gobierno de Park y amenazan con agudizar la crisis política en un país que es de vital importancia para los intereses de los Estados Unidos en la región. |