El continente vive tiempos difíciles. Desde las latitudes tropicales hasta las más frías, acecha el fantasma de las vacas flacas de los gobiernos que comienzan a hablar de apretar los cinturones. Los precios que crecen y los sueldos se estacan. En ese contexto, el ejemplo que muestran los obreros ceramistas de la fábrica Fasinpat (ex Zanon) en el sur de la Argentina, y los trabajadores gráficos de Madygraf, es una importante bandera que nos muestra un camino a seguir.
Ellos y ellas se atrevieron
Zanon y Madygraf son fábricas que actualmente funcionan sin jefes: no hay directorio que gestione la empresa quedándose con las ventas de lo producido por sus trabajadores. Al contrario, son ellos mismos quienes gestionan la producción en su lugar de trabajo.
Ambas fábricas fueron recuperadas por sus trabajadores frente a la decisión de sus antiguos dueños de abandonarla en quiebra y cerrarla dejando en la calle a los trabajadores y sus familias.
La primera pertenecía a Luigi Zanon y fue recuperada en medio de la crisis económica del 2001 en el país trasandino; la segunda, se recuperó de las manos de la firma Donelley este 2014, cuando la desaceleración económica golpeó los bolsillos de los empresarios y decidieron cerrarla por quiebra.
Ha sido una hazaña que permitió mantener los puestos de trabajo y en algunos casos hasta permitió abrir otros nuevos, rodeándose de la solidaridad de la comunidad, estudiantes, organizaciones sociales, artistas y la izquierda.
Su llamado en búsqueda de apoyo internacional
Desde el comienzo los obreros y obreras de Zanón han viajado a otros países del mundo para apoyar luchas obreras; a veces para aportar su experiencia y su ejemplo, y otras para trabajar de lleno en la construcción de experiencias de gestión obrera durante sus primeros pasos, como fue en Vio Me, fábrica recuperada ante la crisis por trabajadores en Grecia que elabora materiales de construcción.
Hoy, tras los tarifazos y el alza en los precios del gobierno del presidente argentino Mauricio Macri, están en una situación muy difícil, debido a que los empresarios han hecho quintuplicar los costos, por ejemplo, por cobro de electricidad.
Junto a los diputados obreros y la diputada Myriam Bregman del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) han asumido una campaña para exigir la estatización de las empresas manteniendo la gestión obrera. Así también plantean la urgencia del otorgamiento de créditos para renovación técnologica que permita remplazar las antiguas maquinas, ganando productividad para mejorar las situaciones económicas de sus trabajadores.
Lluvia de ideas: ¿cómo aportamos los y las trabajadoras desde Chile?
El llamado a la acción y la solidaridad está a la orden del día. El ejemplo de Madygraf y Zanon es un arsenal invaluable para enfrentar los distintos cierres de empresas y faenas que en Chile hemos visto con más de 30.000 despidos en el norte y la minería, además de los múltiples cierres de empresas salmoneras.
Los empresarios se organizan y Trump viene a envalentonar sus visiones más anti obreras. Por eso hay que responder a este llamado de solidaridad internacional, y dar pasos prácticos a compartir esto en nuestros lugares de trabajo, sindicatos y lugares de estudio para ver de qué formas aportar a la resistencia de Zanon y Madygraf ante las Jornadas de Colecta Nacional que se está convocando en Argentina. El objetivo es armar cajas familiares que reciban en Navidad las familias de las gestiones obreras aportando a su resistencia.
El llamado es a que las organizaciones sindicales, federaciones y centros de estudiantes y organizaciones de izquierda, tomen esta campaña en sus manos y se organice una gran colecta a nivel nacional. Consideramos que esta es una tarea fundamental que buscaremos hacer carne en los distintos lugares en donde estamos. ¡A llenar de solidaridad internacionalista a los trabajadores sin patrones! |