La semana pasada el gobierno consiguió un dictamen de mayoría en la Cámara de Diputados para su proyecto de modificación del impuesto a las ganancias, en el que no se propone eliminar el impuesto al salario de los trabajadores en relación de dependencia, como fue su promesa de campaña electoral.
Lo primero que hay que decir es que el único proyecto que se propone eliminar el impuesto a las ganancias para los trabajadores es el del Frente de Izquierda, o sea el único que excluye del pago de ganancias a los trabajadores y jubilados. Los demás proyectos con algunos matices importantes en cuanto a la forma de financiar esta modificación, no hablan de su eliminación.
El proyecto del Gobierno que fue aprobado en diputados tiene como una de sus modificaciones crear un impuesto a las maquinas tragamonedas. Esto generó que los zares del juego hayan puesto el grito en el cielo. Los multimillonarios dicen que el impacto impositivo es imposible de afrontar. Ese es su argumento falaz, ya que no podrían decir de cara a la sociedad que lo que no quieren es ganar algunos millones menos. Entonces amenazan con amortizar ese impacto con reducción de personal. Como ya publicamos, las ganancias de estas empresas en los últimos años han sido siderales, y en muchos de casos con solo unas horas de facturación, recaudan para pagarle el sueldo a todos sus empleados.
La “pata social”
Por su parte, los sindicatos se prestaron (confundiendo y presionando) para hacer de "pata social" a este reclamo de las empresas, uniendo los intereses de empresas multinacionales con los que todos los días hacen girar las ruletas. Si los sindicatos no se hubieran prestado a este juego serían solo un grupo de empresas pidiendo que no les suban los impuestos. Pero la entrada en escena de los sindicatos y los trabajadores y trabajadoras, todo toma otro color. Quieren "extorsionar" usando como presión la fuente laboral de miles y miles de trabajadores y sus familias.
El Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA) y la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), realizaron un corte en la 9 de julio y marcharon hacia el Congreso para reclamar que no se le apliquen dichos impuestos a las tragamonedas.
Por el lado de ALEARA, no es novedad su tradición de sindicato-empresa dejando pasar todos y cada unos de los atropellos de las patronales. Y por el lado de gastronómicos, ya lo expresó su secretario general Luis Barrionuevo, que aseguró estar indignado porque una vez que había conseguido el permiso para tener máquinas tragamonedas en uno de sus hoteles, ahora le venían con este impuestazo. Sin palabras...
Ayer las patronales de todo el país hicieron un lock-out (paro empresarial) durante el cual mantuvieron cerradas las puertas de todas las salas de juegos, mostrando su poder de unidad, fuerza y "castigo", privando al Estado de un día de recaudación impositiva. Para hoy se prepara otra marcha que se espera sería más grande porque participarían trabajadores y trabajadoras de todo el país.
Los más fervorosos defensores de estas medidas anti-impuesto, mañana serán los primeros en justificar los despidos de miles de compañeros.
Miles de trabajadores llevados detrás de los intereses empresariales, con el miedo de perder sus puestos de trabajo si no apoyan las medidas, genera -aunque contradictoriamente- la conciencia de que los derechos se defienden en la calle. Hoy erróneamente se marcha contra un impuesto a las patronales.
Sin embargo, esto no impide que el día de mañana cuando los patrones avancen con despidos, los trabajadores vuelvan a salir a la calle a luchar y lleven como consigna "Familias en la calle Nunca Más". Una pelea por sus propios intereses y derechos.
Está medida de fuerza que los sindicatos usan para defender los intereses de la empresa, es una oportunidad para ir a fondo y discutir con asambleas y con la unión de todos los trabajadores tanto de ALEARA y UTHGRA, cuáles son los verdaderos problemas de los trabajadores. Es la única forma que se exprese de abajo algo que vaya en contra de la tregua que la burocracia sindical pacto con el gobierno.
Tanto unos como otros defienden los intereses de la empresa o los del gobierno de los CEO´s. Los únicos que verdaderamente pueden defender los puestos de trabajo y sus derechos, son los trabajadores. |