Foto: Sandra Lario
Hace un año, la plantilla del bus urbano de Zaragoza comenzaba una huelga para exigir medidas que favorecieran a los y las trabajadoras en el nuevo convenio colectivo, entre otras demandas. Fueron cuatro meses de duro conflicto en el que el 97% de la plantilla secundaba los paros contra viento y marea, contra la prensa burguesa, la empresa y el Ayuntamiento.
Tras siete meses en los que se ha mantenido una tensa calma, el comité de empresa ha denunciado el reiterado incumplimiento del convenio por parte de AUZSA, ese que firmaron en abril y puso fin a la histórica huelga, la más larga del colectivo.
En una nota de prensa hecha pública este domingo, se detalla que llevan tres meses sin que se celebre la reunión de la Comisión de Coordinación de convenio cuando estaba pactado que fuera como mínimo una vez al mes. Como consecuencia, no se ha formulado un calendario de descansos para todos los conductores que tendría que aplicarse a partir del 2 de enero. Un calendario con el que quieren asegurar “el mismo porcentaje de descanso en fines de semana y así garantizar, a todos por igual, la conciliación de la vida laboral y familiar y evitar cualquier tipo de discriminación que desgraciadamente se está dando en la actualidad”
También declaran que la dirección viene retrasando la entrega de las llaves de los cinco nuevos aseos instalados en algunos finales de línea y la adecuación de los cuadros de marchas a los tiempos de recorrido necesarios para realizar los trayectos de las líneas y poder cumplir las frecuencias establecidas por el Ayuntamiento.
Además denuncian la situación de los trabajadores del taller, que tienen que realizar horas extras para finalizar la reparación de los autobuses y encima no se cumplen los descansos semanales como pone en convenio, por lo que dan por hecho que es necesario contratar a más gente.
Todo esto, junto con otras exigencias como la retirada de todos los expedientes sancionadores con faltas graves y muy graves por no cumplir con unos horarios de relevo imposibles, ha llevado al comité de empresa a convocar una asamblea con toda la plantilla este martes.
En ella debatirán estos problemas y someterán a referéndum al día siguiente la propuesta de realizar paros parciales desde el 27 de diciembre al 8 de enero o desarrollar otro tipo de medidas. Por lo pronto, la situación ya ha sido denunciada ante Inspección de Trabajo y se ha solicitado una reunión urgente con la concejala de Movilidad y el consejero de Servicios Públicos del Ayuntamiento, Teresa Artigas y Alberto Cubero. | 
