A partir de esta semana los contingentes escolares podrán acceder a 16 hectáreas del sector sur de la reserva que hasta ahora permanecían cerradas al público. Allí se están construyendo distintas estructuras destinadas a las visitas guiadas, como un estanque para tortugas, un estacionamiento para transportes escolares y canteros con plantas autóctonas.

Esa área fue utilizada con anterioridad por empresas productoras de hormigón, lo que puede tomarse como todo un símbolo de lo ocurrido en la zona de Puerto Madero y la Costanera Sur. Durante las últimas dos décadas, la Reserva Ecológica y el centenario paseo costero vieron emerger en sus contornos emprendimientos inmobiliarios de lujo cada vez más espectaculares, en uno de los procesos de urbanización más intensivos que haya experimentado la zona en su historia. Dicho proceso se concentró en edificios de viviendas y oficinas con los valores más altos por metro cuadrado en la ciudad, en contraste con el progresivo deterioro de las áreas destinadas al público.