Como ocurre todos los años la Iglesia envió su “mensaje navideño” en el marco de la 175 reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina.
El comunicado no se ciñó a temas estrictamente religiosos. De hecho y sin rodeos apuntó directamente al aumento de la pobreza en nuestro país. “Cuesta creer que en la tierra bendita del pan, a uno de cada tres argentinos les falte comida, trabajo, salud, educación e igualdad de posibilidades para progresar” afirmó en uno de los puntos del mensaje difundido.
En un claro mensaje al Gobierno nacional indicó las causas, que a criterio de la Iglesia Católica, serían las responsables de que en nuestro país, solo durante el primer trimestre del 2016 el número de pobres sea de 1.4 millones más que en el 2015: “Los cálculos mezquinos, la especulación financiera y la subordinación del bien común a intereses electorales, no responden a las expectativas y hacen mucho daño al país” expresó.
Fue clara su exhortación para que se invierta en fuentes de trabajo digno y bien remunerado, asegurando que la declaración de la emergencia social por el Estado Nacional es prueba suficiente de “esta cruda y cruel realidad que hoy padecen muchos compatriotas”.
Sin embargo, el tono cuestionador e imperioso que puede leerse en el comunicado se contrapone con el discurso conciliador del papa Francisco, que se esmera en garantizar a como de lugar la gobernabilidad que tanto necesita Mauricio Macri.
Es por eso que aleccionó a los movimientos sociales, tan cercanos a él, a pactar hace apenas unos días un acuerdo que significa solo un parche para la realidad social de miles de personas de los sectores más vulnerables que le asegura además al gobierno de Cambiemos un diciembre sin sobresaltos.
Si bien es cierto que las personas que participan de las diferentes cooperativas en los movimientos sociales reciben dinero a cambio de la tarea que realizan, nadie podría afirmar que se trata de un empleo genuino, en todo caso de lo que se trata es de transformar en legal una lisa y llana precarización laboral.
Y como si esto fuera poco, y para alejar aún más la posibilidad de exigir trabajos genuinos la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular aceptó la propuesta del gobierno nacional de formar una obra social para todos los trabajadores informales.
Al fin de cuentas y con todas las cartas sobre la mesa, la denuncia expresa que hizo a través de su mensaje navideño la iglesia Católica, exigiendo al gobierno de Cambiemos que tome las medidas necesarias para terminar con la pobreza, tiene más de fuegos artificiales que de exigencia real. |