En el día de ayer Sergio Aragón presentó a la rectora Alicia Bardón su renuncia al cargo de secretario de Asuntos Estudiantiles de la UNT. Aragón fue denunciado por acoso sexual y laboral por tres trabajadoras de la secretaria mencionada.
La denuncia fue realizada a fines de octubre y fue uno de los temas centrales de la última sesión del año del Consejo Superior, bajo sesión secreta. Allí la rectora defendió el “aconsejamiento” de Asuntos Jurídicos de trasladar “preventivamente” a las trabajadoras y anunció que leería el expediente recién en el día de ayer.
Tras la denuncia, las trabajadoras tuvieron una audiencia con Bardón. Manifestando decepción, comentaron que la rectora las instó “a recomponer la relación laboral” con Aragón.
Una renuncia teñida de protección
La renuncia a Aragón dejó un sabor a protección por parte del Rectorado. Sobre todo porque en ningún momento fue separado del cargo ni recibió algún apercibimiento. Además, se trata de un funcionario muy cercano a la actual gestión y considerado el “padrino político” del Movimiento Humanista, con peso en algunos consejos directivos.
Tanto ante el Rectorado como a la Justicia una de las trabajadoras señaló que el acoso comenzó cuando denunció “irregularidad fraudulentas”. “Descubro una serie de irregularidades fraudulentas por parte de éste (Aragón), lo que oportunamente denuncié, y desde ese momento comenzó a citarme en su oficina”, afirma antes de empezar a detallar las situaciones de acoso sexual y laboral.
Ante la falta de respuestas por parte de la UNT, la semana pasada las trabajadoras radicaron la denuncia en una sede policial que fue derivada a la Fiscalía de Instrucción Penal de la VIII Nominación, a cargo de Adriana Giannoni.
El tratamiento de esta denuncia por parte de la gestión de Alicia Bardón ha despertado críticas en sectores docentes, no docentes y estudiantiles. Priorizando proteger al funcionario, las mismas trabajadoras señalaron que se sentían desamparadas.
Lamentablemente este no es el primer caso que involucra violencia hacia las mujeres. En todos, la respuesta institucional fue insuficiente o directamente revictimizando a quienes denunciaron. Por eso en algunos lugares comenzaron a gestarse comisiones de mujeres y se presentó, por iniciativa de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, un protocolo de intervención en Filosofía y Letras, que todavía no fue tratado por su consejo directivo. Ante el caso de Aragón es necesario también que se constituya una comisión investigadora independiente constituida por los distintos estamentos. |