En julio de este año, el nuevo Rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Hugo Juri, anunciaba en el diario La Voz del Interior su plan de "nuevas reformas" para "fortalecer los lazos de la universidad con la comunidad".
Sin ir más lejos, se trataba de la creación de un Consejo Social Consultivo (CSC), y la intención de que la próxima Asamblea Universitaria aprobara que dos de sus miembros tuvieran voz y voto en el Consejo Superior. Este nuevo consejo sería conformado por burócratas sindicales, ONGs y empresarios ligados a multinacionales como Arcor, Monsanto, empresas de comunicaciones como la Technology Cluster, y otros.
Desde ese mismo momento, impulsamos una campaña de denuncia para que todos los estudiantes supieran lo que estaba pasando y empezáramos a organizarnos para impedir la reforma.
Investigamos, uno por uno, a los miembros de dicho consejo, y sacamos a la luz su paso por diferentes directorios de empresas ligadas a convenios con la UNC. Lanzamos, vía redes sociales, una variedad de videos y GIF informativos. En las elecciones estudiantiles, este fue un eje central de denuncia contra el nuevo régimen universitario, de toda la izquierda expresada en el frente “La Trinchera”.
Nuestros consejeros estudiantiles presentaron una y otra vez proyectos contra esta reforma en los Consejos. También, nos movilizamos al Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades exigiendo que se pronunciara en contra de esta reforma, y que se aprobara un plebiscito para que los estudiantes pudiéramos pronunciarnos. Esto último se logró, y el resultado fue un rechazo del 70 por ciento de los estudiantes de esta facultad, adelantando la resistencia que se expresó luego en otras facultades. No por nada fueron los estudiantes de Filosofía los que jugaron un rol destacado en esta lucha.
Referentes políticos del Frente de Izquierda como Laura Vilches, Legisladora de la provincia de Córdoba, Nicolás del Caño ex candidato a presidente y referente nacional de la Izquierda, se pronunciaron brindando todo el apoyo a la lucha estudiantil y rechazando la reforma mercantilizadora y reaccionaria del radicalismo en la Universidad.
Junto con toda la izquierda ha sido este el punto central para llamar a participar a todos los estudiantes y a luchar por impedir que se vote esta reforma. En las asambleas interclaustros, desde el comienzo del conflicto, fue esta exigencia la que unificó a todas las organizaciones y llevó a cientos de estudiantes a organizarse para impedir la Asamblea Universitaria del 15 de Diciembre.
El intento de invisibilizar este punto de la reforma fue enorme: por parte del radicalismo que lo proponía y auspiciaba; también por parte del propio kirchnerismo, que al principio avaló abiertamente la creación del CSC, luego ante las asambleas de estudiantes pronunciaba en contra, pero finalmente en las “mesas de diálogo” ni siquiera lo discutían. Tampoco los medios de comunicación hablaban de este punto. Mientras tanto, los estudiantes refrendamos una y otra vez, en cada asamblea, que era ésta la exigencia central por la cual estábamos en pie de guerra.
En la última mesa de dialogo, Martina Sipowicz, Consejera estudiantil de la Escuela Manuel Blegrano por la agrupación "La Chispa" y militante de la Juventud del PTS -mandatada por la asamblea de su escuela para exigir, además, la incorporación de los Pre Universitarios al Consejo Superior- lo explicó muy bien: "En primer lugar fui mandatada por mis compañeros para sacar un compromiso por escrito de que los empresarios al Superior no van a entrar".
El rector Juri y la Franja Morada defendían este proyecto, pero en la Asamblea del 15 de diciembre, que sesionó a fuerza de patotas y policías de todo tipo, no fue su proyecto inicial el que votaron. Se puede ver en las Resoluciones, que si bien se reglamenta este Consejo Social Consultivo, se explica a su vez que éste tendrá la función de "aconsejar" al Consejo Superior, sólo si las dos terceras partes del mismo lo avalan. Además, limita a no expedirse sobre temas de índole académico.
Es evidente que, entre el plan de incorporar miembros del CSC con voz y voto al Superior –el proyecto original de Juri y la Franja-, y esta resolución del 15 de diciembre, hay un retroceso claro en la política inicial del Rectorado y el radicalismo. Sabemos que fue gracias a la lucha y organización que se logró visibilizar este aspecto de la Reforma y evitar que se los incorpore al órgano máximo de la UNC para decidir sobre políticas educativas.
Esta conquista es un gran punto de apoyo para lograr la disolución total de este Consejo Social Consultivo, que no tiene nada que hacer en nuestra Universidad Pública. Debemos salir fortalecidos, y mucho más luego de la gran demostración de fuerza que dimos los estudiantes el 15 de diciembre, para seguir luchando, organizados en asambleas para exigir que se anule este Consejo de empresarios, y que no se avance en ninguna reforma académica de carácter mercantilizador y privatista.
Los estudiantes no sólo le dimos un contundente mensaje al radicalismo este jueves, también le dimos un fuerte mensaje al gobierno derechista de Macri, que pretende usar a la UNC como punta de lanza para sus políticas reaccionarias contra la educación publica a nivel nacional. Frente a esos avances, los estudiantes seguiremos sosteniendo que la educación pública no se vende, se defiende, y lo haremos organizados y movilizados en las calles. |