Fotografía: Reuters
El miércoles 5 de noviembre, en Espacio Riesco, se realizó la Cena Anual de la Industria para conmemorar el aniversario Nº 131 del gremio empresarial. A diferencia de otros años, en esta ocasión hubo un tinte “especial”, ya que comenzó con el primer discurso del Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, quien dirigió su discurso hacia las nuevas autoridades de gobierno, en el transcurso del primer año de mandato de la Nueva Mayoría.
Entre los asistentes estuvieron la Presidenta Michelle Bachelet, Ministros de Gobierno, Senadores, Diputados, representantes de otros poderes del Estado, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) Andrés Santa Cruz, además de los timoneles de las principales ramas productivas y entidades empresariales.
Von Mühlenbrock, días previos al encuentro, hizo circular un borrador de su intervención para que fuese revisado por consejeros del gremio fabril, y así poder representar a cabalidad al gremio empresarial en su conjunto. El alto mando de la Sofofa enfocó su discurso en tres ejes claves: la situación económica del país, la valoración hacia los empresarios y la reforma laboral.
En relación al primer punto, Von Mühlenbrock mostró su preocupación ante las perspectivas de crecimiento sectorial, las cuales tienen una proyección de expansión del PIB de 1,8% para este año y de entre 2,5% y 3,5% para 2015. Sobre la “valoración a los empresarios”, el representante planteó su inquietud por algunos dichos de miembros de la Nueva Mayoría, quienes se habrían pronunciado contra “el lucro y la actividad privada”.
Al referirse a la reforma laboral que quiere aprobar el gobierno, el dirigente empresarial fue claro en recalcar que “si se presenta sin consenso y en un período de bajo crecimiento del Producto como el actual, la iniciativa podría tener efectos más negativos que la reforma tributaria en las empresas”. Además, agregó que “los empresarios estamos conscientes de que Chile requiere enfrentar con madurez y realismo la necesidad de cambios que contribuyan a sumar a todos los chilenos al carro del progreso. Para hacerlo, creemos que Chile requiere avanzar a través de un proceso de perfeccionamiento continuo y no por la vía de la reingeniería”, y volvió a reiterar su preocupación por clima “antiempresarial”, aclarando que tanto el sector privado como el público son claves para el desarrollo del país.
También se refirió al impacto que puede tener el eje de titularidad sindical, argumentando que “los sindicatos deben ser capaces de atraer a sus afiliados como resultado de su eficiencia y su poder de convocatoria, no por la imposición de una ley”.
El Presidente del gremio también se refirió a la reforma educacional, criticando a quienes proponen castigar el lucro con cárcel: “No podemos estar más en desacuerdo con esa posición extrema y que constituye un atentado contra la libertad de emprendimiento”, aseveró.
“Lo que no nos puede ocurrir, es que por extremar una mirada asistencialista del Estado, socavemos los pilares que hacen posible que el país siga creciendo impulsado por la iniciativa privada”, salió a defender esta posición el dirigente del gremio de empresarios.
Bachelet calma las aguas
Ante las declaraciones de Mühlenbrock, la Presidenta Bachelet no demoró en salir con un discurso tranquilizador ante la preocupación empresarial, haciendo un llamado a “trabajar todos juntos, como siempre, con la misma pasión, para construir un país más próspero y fuerte, un país que da mayores oportunidades realmente a todos”. Además agregó que “hoy confirmo nuestra apuesta de seguir trabajando coordinadamente entre el sector público y el sector privado, en alianza con una mirada estratégica para diversificar y hacer más competitiva nuestra economía, más sólida nuestra institucionalidad y más cohesionada nuestra convivencia. Pueden estar seguros que el Gobierno hará su parte”.
El encuentro realizado en Espacio Riesco se enmarca en un momento de tensas relaciones entre el gobierno, la Central Unitaria de Trabajadores, gremios de trabajadores y también sectores empresariales; donde la dinámica es la falta de acuerdos entre los sectores, la subordinación del gobierno hacia los empresarios, la fuerte caída en la aprobación del gobierno, y un aumento en la actividad huelguística del país, que pone al “tema laboral” dentro de los ejes principales del gobierno y del debate nacional. |