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Este martes, el Govern de la Generalitat ha obtenido el voto favorable para la tramitación de los presupuestos para 2017 presentados por JxSí y su conceller d’Economia, Oriol Junqueras.
El pleno del Parlamento rechazaba las enmiendas a la totalidad sobre los presupuestos presentadas por la oposición por 64 votos en contra frente a los 62 que las defendían. A los 62 votos de JxSí, se le han sumado, como ya anunciaron en su momento, dos más pertenecientes a la CUP. Los demás diputados de la formación independentista se han abstenido. Se daba así vía libre para la tramitación.
Junqueras, en un pleno más bien insulso, pues todo estaba pactado de antemano entre JxSí y CUP, ha vuelto a remarcar el carácter “social” de los presupuestos presentados, con un incremento de 1.500 millones de euros respecto a los de 2015. Y un aumento de 300 millones destinados a las partidas sociales respecto a los anteriormente vetados por la CUP.
Pese a que el conceller d’Economia presentó estos presupuestos como los “más sociales de la historia”, la verdad es que estos siguen muy lejos de recuperar los niveles que Convergència recortó, al principio con el acuerdo del PP y luego con el apoyo directo de ERC. En total, más de 1.000 millones por debajo de los presupuestos anteriores a la crisis.
Ante el rechazo de las enmiendas por parte de JxSí y CUP, la diputada del PSC, Alícia Romero, ha defendido que los presupuestos de JxSí “no son los que más dinero han destinado a los servicios sociales” y ha criticado que no se aumenten los impuestos a las rentas más altas.
Por otro lado, PPC y Ciutadans, han criticado al Govern de solo querer negociar con la CUP. Desde la bancada popular han denunciado que Junqueras "ha preferido hablar solo con el nihilismo político que lo quiere destrozar todo". La formación naranja ha ido un paso más allá, señalando que "estos son unos presupuestos que gastan dinero para separarnos de Europa y dividirnos entre nosotros".
En un sentido contrario, el portavoz de Catalunya Si Que es Pot -CSQP-, Joan Coscubiela, ha manifestado que “los presupuestos son sumisos con el Estado y sus poderes económicos”, denunciando que "plantean cumplir con Montoro y Rajoy antes que con las personas en exclusión social”.
Una nueva cesión de la CUP
Por su parte, la portavoz de la CUP, Eulàlia Reguant, ha expresado tras haber apoyado el inicio del debate de los presupuestos en el Parlament junto a JxSí, que “es evidente que para nosotros, hoy, no es un día cómodo” y ha criticado también que los presupuestos son “una prórroga del modelo autonomista de los últimos 30 años”. Además, Reguant ha reconocido que “el proyecto del Govern significa la sumisión política al Estado y a la Unión Europea”.
Por otro lado, pese al apoyo dado por parte de la formación independentista a la tramitación de los presupuestos, Reguant ha insistido en que esto no significa que la CUP apoye definitivamente los presupuestos y ha querido avisar nuevamente al Govern de que “la negociación empieza justo ahora y tendrán que demostrar que quieren construir una nueva república”, todo ello en referencia al referéndum pactado y aprobado entre ambas formaciones y suspendido por el Tribunal Constitucional para 2017.
Queda claro entonces que el apoyo de la CUP a los presupuestos estará marcado por la convocatoria del referéndum unilateral por parte del Govern. Un apoyo que puede pasar por encima incluso del ataque contra la libertad de expresión que supuso la detención de tres militantes de la CUP por parte de los Mossos d’Esquadra (policía autonómica de Catalunya), por el hecho de quemar fotos del Rey durante la última Diada.
En la práctica, la CUP viene aceptando que con Convergència a la cabeza se puede hacer efectivo el derecho a la autodeterminación de Catalunya. De otra forma no se entendería esta nueva cesión por parte de los cupaires hacia el partido que representa a la burguesía catalana y los principales responsables de los mayores recortes presupuestario de la historia en Catalunya durante los años más duros de la crisis.
Sin embargo, la verdad es que el PDECAT, la antigua Convergència de Mas y los Pujol, está muy lejos de querer convocar el referéndum. Más bien, el president Puigdemont se aferra a cualquier gesto del ejecutivo español que haga pensar en la palabra diálogo y enterrar el “proces” en favor de algunas “migajas” que se puedan conceder desde el Estado central.
Ante todo ello, la unica solución para conquistar la demanda democrática del derecho a la autodeterminación y todas las demandas sociales que urgen a la clase trabajadora y los sectores populares, pasa por la movilización social que rompa con los márgenes de la legalidad constitucional del Estado español. La derecha catalana jamás romperá el candado del régimen del 78, entre otras cosas porque ha sido uno de los garantes de dicho régimen. | 
