Si las tormentas de la semana pasada dejaron tres muertos, un tendal de inundados, evacuados y afectados por las lluvias, también provocaron turbulencias políticas en los municipios de la zona sur del Gran Buenos Aires. Es que las internas de todo tipo y color están a la orden del día de cara a la sucesión del 2015; y salen a relucir ampliamente ante la emergencia de problemáticas que, a pesar de la llamada “década ganada”, siguen padeciendo los sectores obreros y populares.

Las acusaciones cruzadas entre Scioli y Massa por las responsabilidades en la inundación, vinculadas con las disputas electorales hacia 2015, descendió a los municipios del sur. Fue el telón de fondo de pases de facturas, cuestionamientos y declaraciones cruzadas tanto al interior del Frente para la Victoria (FpV), como con el Frente Renovador (FR), sumado a acusaciones de vecinos ante la inoperancia y desidia de los funcionarios. Esta semana los consejos deliberantes estuvieron “calientes” y fueron escenario de internas y denuncias.

En Lanús, el intendente Darío Díaz Pérez salió al cruce de una crítica recibida por una concejal del FR, Noelia Quindimil -sobrina de Manuel Quindimil que gobernó Lanús por 8 períodos- quién denunció la falta de obras hídricas como parte de su campaña para la intendencia del distrito. El intendente respondió diciendo que “en el pasado no hubo obras por décadas (…) Ahora se limpiaron los desagües, se trabajó en caños maestros y se agregaron cloacas. Sé que falta, pero se hizo” Es decir, en su respuesta apeló a un argumento que suele desempolvar el kirchnerismo cuando aparecen problemáticas irresueltas: echar la culpa a gobiernos pasados desconociendo el paso de nada menos que diez años de kirchnerismo. Sin embargo, en este caso "el pasado lo condena" ya que Díaz Pérez fue funcionario del cacique de Lanús durante la misma cantidad de años.

En tanto Esteban Echeverría, distrito que todavía posee evacuados y miles de víctimas por las inundaciones, fue epicentro de las denuncias de los vecinos ante la (i)rresponsabilidad de los gobiernos municipales. Tanto el planteo de que el intendente Fernando Gray asiste a los barrios inundados “para la foto”, como la irrupción de una vecina en la sesión del Consejo Deliberante denunciando la falta de obras desde hace 17 años, hicieron reflexionar al intendente acerca de que lo mejor era ausentarse al casamiento de Martín Insaurralde y Jésica Cirio, realizado a pocos kilómetros. de las zonas más inundadas.

Más allá de las acusaciones cruzadas, la falta de obras públicas que desencadenan las inundaciones en los barrios populares, demuestra que tanto el gobierno como la oposición patronal son responsables de un nuevo crimen social contra el pueblo trabajador.