Durante los últimos días de diciembre y el inicio de este año, muchos trabajadores y trabajadoras de la educación se enteraron de las nuevas medidas tomadas por el “gerente de recursos humanos” de la Nación Esteban Bullrich relacionadas con miles de despidos y recortes en el sector educativo. A raíz de esto se produjo una gran movilización y represión.
Posteriormente se llevó adelante un abrazo simbólico al Palacio Pizzurno de la ciudad de Buenos Aires por parte de trabajadores y trabajadoras del Ministerio de Educación, docentes, estudiantes, organizaciones políticas y gremiales y movimientos sociales.
Los contratos de los 3000 tutores del proyecto de capacitación docente “Nuestra escuela” son precarios, a término, y terciarizados. Precarización laboral que creó y mantuvo la administración kirchnerista y que muchos de ellos “legalmente” no tienen relación laboral con el Ministerio.
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Durante la gestión de Macri los ataques al sector trabajador fueron crudos y constantes, y puntualmente el educativo no es una excepción, al contrario. El vaciamiento del contenido educativo, pésimas condiciones de trabajo, escuelas en mal estado, falta de edificios nuevos, los recortes presupuestarios, paritarias miserables y la tregua del sindicalismo con el Estado son algunos de ellos.
Las y los trabajadores de la educación de todo el país no podemos dejar pasar este ataque. Es necesario salir en defensa de los puestos de trabajo de nuestros compañeros. Los investigadores del Conicet obtuvieron los últimos días del año pasado un triunfo parcial conseguido producto de la unidad y de acciones concretas, a pesar de que ATE no convocó a un paro nacional contra el ajuste.
Sonia Alesso anunció que en estas condiciones las clases no empiezan pero durante el año garantizó la tregua al gobierno permitiendo el cierre de muchas áreas y unas paritarias a la baja. Esta declaración para la tribuna y a futuro deja de brazos cruzados a la docencia. Porque la lucha es ahora y es necesario impulsar acciones de solidaridad y medidas de lucha para la reincorporación de todos los despedidos.
La tibia presencia de la conducción de Ctera en el abrazo simbólico al Palacio fue su mayor participación, sobre todo para los medios. Pero lamentablemente hay una provincia entera esperando por medidas de fuerzas más claras y contundentes, de mayor pronunciamiento y perseverancia que deberían ser visibles en el resto del país.
Amsafe Rosario como seccional opositora a la conducción de Alesso debe impulsar acciones en este sentido para que la docencia rosarina haga su aporte en la lucha por garantizar los puestos de trabajo. |