El día de hoy se re- inauguró la sesión de la Asamblea Constituyente. En el pleno, la discusión versó alrededor del artículo 11, reconociendo el derecho a la autodeterminación y libre desarrollo de la personalidad.
El artículo 11 fue aprobado en lo general, pero empiezó la discusión de las reservas, entre ellas, “la protección de la vida desde la concepción”.
Tanto el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a través de Alejandro Bustos, la diputada Lisbeth Hernández del Partido Revolucionario Institucional (PRI), también Cecilia Romero y Carlos Gelista por el Partido Acción Nacional (PAN) y el diputado Hugo Flores del Partido Encuentro Social (PES), propusieron reservas buscando consagrar el derecho a la vida.
Estas iniciativas están respaldas por la Iglesia Católica que ha declarado que si no se reconoce el derecho a la vida en la constitución sería un “bodrio”, así mismo se recibieron“iniciativas ciudadanas”.
Los diputados, diputadas y la Iglesia Católica tratan de quitarnos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. La lucha de las mujeres por la legalización del aborto es histórica, en 2007 en la Ciudad de México logramos arrebatarles este derecho.
En la discusión del pleno las reservas fueron rechazadas para discutirse, llama la atención los argumentos de los diversos constituyentes en donde nos criminalizan por el hecho de ser mujeres, entre la discusión se escucharon argumentos como: “ninguna mujer desea abortar”, “si estamos aquí es porque nuestras madres nos dejaron vivir”, “no podemos tolerar los asesinatos”, “por qué con nuestros impuestos tenemos que pagar los asesinatos”, “sino quieren ser madres, creemos sistemas de adopciones”.
Las mujeres venimos participando en movilizaciones contra la violencia machista y hemos denunciado la alianza de la iglesia y de los partidos políticos patronales.
Desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas consideramos que es necesario denunciar la alianza reaccionaria de la Iglesia y de los partidos políticos patronales para atentar contra los derechos de las mujeres y de la comunidad sexodiversa.
El derecho a decidir sobre nuestros cuerpos no es una dádiva de los partidos políticos como quiere hacernos creer el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sino el resultado de los movimientos y las luchas de las mujeres. | 
