Fuente: AFI Valparaíso
Las posibles alternativas a la crisis de la vivienda en Valparaíso no son simples. Quienes pagan los platos rotos año a año son las familias trabajadoras en la V región, cansadas de vivir catástrofes sociales y ecológicas como estas.
La salida de Bachelet
La Presidenta Michelle Bachelet insistió en que tras la tragedia de 2014 -que destruyó más de dos mil viviendas- se creó un Plan Maestro que contempla medidas hasta el 2021 y que en esa oportunidad no se entregó ningún subsidio en zonas de riesgo y "se incentivaba a las personas a irse a lugares que no son riesgosos. Algunas personas se fueron a Quilpué o Villa Alemana".
Al parecer para las autoridades el problema estaría semi resuelto. Sostienen que la reubicación de la población aparece como la alternativa más viable. Omiten que quienes hicieron de las quebradas lugares no habitables fueron las empresas inmobiliarias y las forestales. Nuevamente los platos rotos los tiene que pagar la clase trabajadora.
La respuesta de Jorge Sharp
Rápidamente el alcalde Jorge Sharp respondió criticando la alternativa de la reubicación propuesta por el gobierno, y dijo "la voluntad del municipio está, pero el tema de vivienda no depende de nosotros, depende del Ministerio de Vivienda. ¿Qué es lo se requiere? Una política de vivienda de carácter integral, que entienda la vivienda como un derecho social y no como migajas, en donde tenemos que tratar por igual a los propietarios y a muchos vecinos que se encuentran en toma. Porque buena parte de los vecinos que se quemaron estaban en toma, por eso necesitamos una política que asegure vida digna y vivienda digna a esa gente".
Jorge Sharp tiene razón al denunciar las migajas en la política de vivienda que ha mantenido el gobierno. Pero Valparaíso necesita medidas de fondo. Si queremos hacer de Valparaíso un lugar habitable, es necesario estatizar las empresas responsables de este tipos de catástrofes. Que la empresa recolector de Basura vuelva en manos del Estado y que el plan de vivienda este bajo control de los trabajadores y pobladores.
Es difícil hablar de una solución real para las familias afectadas, sin cuestionar la propiedad de los empresarios en la región, motivos de años de impunidad y negligencias. |