Las calles de Rosario ardían por el calor, como las antorchas que llevaban las cientos de personas que marcharon hacia los Tribunales Provinciales para exigir justicia. Mono, Jere y Patom, militantes asesinados hace más de dos años por quedar en medio de una vendetta entre bandas narcos, estaban presentes en pancartas, en sus familiares que encabezaban la movilización y en cada uno de los compañeros que en todo este tiempo no bajaron los brazos y se unieron en esta lucha. Ayer martes por la tarde, la ciudad fue testigo de que la justicia se pelea todos los días en las calles. A menos de 24 horas de haber comenzado el juicio oral que deberá condenar a los responsables de que los tres jóvenes ya no estén vivos, habiendo sido asesinados por bandas narcos, diferentes organizaciones sociales y políticas marcharon desde el Club Infantil Oroño, allí donde fueron cruelmente asesinados Mono, Jere y Patom, hasta uno de los edificios más antiguos de Rosario, que tiene en su poder el accionar de la justicia.
Mientras la columna marchaba por calle Moreno, acercándose al parque Independencia, Izquierda Diario conversó con Pedro Salinas, militante del Movimiento 26 de junio, quien afirmó: “Las expectativas con el juicio son las mayores. Nosotros estamos muy confiados no solo en el proceso de movilización incesante que emprendimos con el conjunto de las organizaciones hace ya casi tres años, sino que también estamos muy confiados en las pruebas que constan en el expediente del triple crimen.” Con respecto a las condenas, Salinas sostuvo que no puede expresar un número preciso de años, pero opina que serán muy altas. Además, hizo referencia a que Rosario cuadriplica la tasa de homicidio del nivel nacional y que además tiene un índice de esclarecimiento más baja, por eso explica que este caso está más allegado a una cuestión de “seguridad pública”, entendiendo esto como la seguridad que afecta a los sectores populares y juveniles.
En una emotiva charla con este medio, Eduardo Trasante, padre de Jeremías, afirmó sobre el crimen: “Creo que destapó lo que justamente se venía llevando a cabo hace muchos años, ese entramado tan oscuro del narcotráfico con la Policía”. Asimismo Trasante habló de vinculaciones con el poder gubernamental. Este no es el único caso donde la impunidad policial y su vinculación con el narcotráfico y el crimen organizado salió a la luz; el propio ex Jefe policial puesto en funciones por Antonio Bonfatti, Hugo Tognoli, va a juicio por encubrimiento de redes de trata y de narcotráfico. Entre otros hechos gravísimos, además, hace pocos días se sumó el asesinato de Franco Casco en la Comisaría Séptima de Rosario.
Trasante recordó con emoción a su hijo y el duro proceso que recorrió desde su asesinato: “La gente que llora con vos, que hace eco de tu dolor, la gente que ha venido con testimonios de quien era Jeremías, son cosas que realmente me emocionaron”, fueron las palabras de Trasante en el medio de lágrimas. Contó que su hijo no era solo un pibe que quería estar haciendo cosas para el Movimiento 26 de junio, sino que había detrás de él una persona con muchas riquezas que se pudo brindar mientras la vida se lo permitió. Terminó diciendo que hizo un verdadero redescubirmiento de su hijo que lo llenaba de orgullo.
El acto de cierre de la marcha, frente a los Tribunales Provinciales, los familiares de Mono y Patom agradecieron públicamente a todos los presentes. La madre de Mono, Lita Gómez, no pudo retener las lágrimas y manifestó estar muy satisfecha porque sin los movimientos sociales y los partidos políticos que acompañaron esta lucha, ellos no hubieran llegado hasta esta instancia. Luego tomó la palabra la hermana de Patom, quien se sumó al pedido de “justicia real” y exclamó: “El triple crimen no termina en la sentencia de Tribunales, seguiremos luchando”, ante los aplausos de los presentes, que sonaban bajo un cielo amenazante. Para finalizar habló Eduardo Trasante a quien prosiguieron las adhesiones del Movimiento Evita, PTS en el Frente de Izquierda, Partido Obrero, Bodegón Cultural Casa de Pocho, Patria Grande, entre otras organizaciones. Ya llegada la noche, la banda local Farolitos acompañó con música el cierre del acto y la instalación del acampe que estará presente durante el tiempo que duren las audiencias orales por el juicio.
Comienza el juicio, pero no se puede decir que empieza hoy el pedido de justicia, porque desde el primero de enero del 2012, los familiares y las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos juraron que la muerte de estos tres jóvenes militantes no quedaría impune. Resta ver si los Tribunales quedarán a la altura del enorme pedido de justicia. |
