Entre convulsionados anuncios de ajustes en los servicios, cortes de luz y despidos en el ministerio de educación, incluyendo recortes en educación a nivel nacional, el macrismo vuelve a sacar un as de la manga para ir contra un blanco fácil: Los jóvenes más vulnerables, por eso propone la baja de edad de imputabilidad.
Éste no es un debate nuevo, ya el kirchnerismo lo había planteado, con Martín Insaurralde a la cabeza, en las elecciones legislativas de 2013. Poco tiempo después se hablaba de los “jóvenes Ni-Ni” y Scioli anunciaba la creación de las policías locales, alias “los pitufos”.
Los jóvenes ya venimos siendo el eslabón de ajuste de los últimos años, esto no ha hecho más que profundizarse con Cambiemos.
En La Matanza, los estudiantes terciarios no tenemos edificios propios para nuestros institutos y los cupos para las carreras siguen dejando alumnos afuera por falta de presupuesto para apertura de cursos y turnos; los secundarios siguen con problemas edilicios y la respuesta fue el “Operativo Aprender”; mientras, en la Universidad de La Matanza el rector (que acaba de ser partícipe de honor del acto anual del Partido Justicialista) despide a los docentes que defienden la educación pública ante ésta situación.
Como si fuera poco, se siguen profundizando los trabajos precarios, en negro y tercerizados (con convenios cada vez más fantasmas) .La única salida que se le propone a los jóvenes es la escuela de pitufos como “empleo estable y con obra social” y una beca de 5 mil pesos. Vemos que sólo se invierte es en represión, mientras no existen becas que realmente sustenten cualquier otra carrera de nivel terciario o universitario.
El macrismo no va a regalarnos nada más que palos si queremos estar un poco mejor, por eso hay que rechazar éste intento de avanzada contra nosotros, y el ajuste que se está implementando que aumenta el costo de vida. Los estudiantes tenemos que plantarnos contra el gobierno de Cambiemos, y los gobernadores e intendentes peronistas que le siguen la corriente, apoyándonos mutuamente con los trabajadores que salen a enfrentarlos, desde nuestros docentes y los trabajadores despedidos del Ministerio de Educación, hasta los trabajadores de las fábricas recuperadas como Zanón y Madygraf (ex Donnelley) que nos vienen demostrando hace años que los trabajadores pueden poner a producir las fábricas sin los patrones que se la llevan en pala y poner la producción al servicio de la comunidad.
A pocos días de cumplirse otro aniversario de la desaparición de Luciano Arruga, que se negó a robar para la bonaerense y terminó siendo asesinado, tenemos que plantarnos juntos y decir ¡NO a la baja de edad de imputabilidad! Queremos todos los derechos para la juventud: Educación de calidad, becas para estudiar lo que queramos y trabajo digno.
* Gonzalo Javier es presidente del Centro de Estudiantes del ISFD N° 88 , La Matanza
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