Foto Diagonales
La información llegó a oídos de miembros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD), quienes de inmediato denunciaron públicamente el apriete de funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que conduce Claudio Avruj, a empleadas y empleados que habían participado de la fiesta de fin de año organizada por esa dependencia.
La frase “si caigo yo, caen todos” fue pronunciada por uno de los funcionarios de esa Secretaría a parte del personal. Según se supo, fue nada más y nada menos que la respuesta a la publicación en redes sociales de un video que mostraba a varios responsables de la Secretaría en estado de ebriedad y que “hasta se animaron a bailar sobre las mesas”.
La versión asegura que fue luego de esa amenaza directa del funcionario, el video “desapareció” y no pudo verse más.
Una vez conocido el episodio, desde la AEDD afirmaron que “es sabido y conocido el ’fervor’ hacia las bebidas alcohólicas que manifestaron siempre los marinos. Forman parte del acervo histórico de los navegantes y no para combatir el frío necesariamente. Tal como quedó demostrado en las noches entre el 24 de diciembre y 1° de enero de 1979, cuando el Contralmirante Supisich (director de la ESMA) se presentó, visiblemente borracho, en el sótano del Casino de Oficiales, se dirigió a las prisioneras y prisioneros y les dijo: ’Señoras y señores, felices fiestas’”.
Desde el reconocido organismo de derechos humanos agregaron que “hoy, 38 años después, lo que pende sobre la cabeza de los que participaron de esta nueva ’fiesta’ no es el traslado en un avión para ser arrojado vivo al mar. No, la amenaza de los borrachos, de esta ocasión, es la pérdida del trabajo. En aquella oportunidad, varios de los que fueron ’saludados’ por Supisich (hoy muerto) fueron finalmente trasladados y nunca se supo más de ellos. No les quepan dudas a los ’amenazados’ de hoy que algunos serán despedidos y perderán sus trabajos, otros no”.
La AEDD siempre ha sostenido que los sitios de memoria deben dar cuenta no solamente de los horrores cometidos por la dictadura, sino también del proyecto económico y político por el que se llevó adelante el genocidio, los proyectos políticos que ese genocidio quiso destruir y los intereses económicos a los que ese genocidio benefició.
En tal sentido, explicaron, “durante años hemos planteado que la ESMA, Centro Clandestino de Detención y Exterminio por el que pasaron más de cinco mil compañeros, no podía ser utilizado para fiestas, asados y prácticas de murgas. Ese sitio sigue siendo el lugar donde desaparecieron a nuestros compañeros y repudiamos cualquier intento de cambiar el sentido y significados de ese espacio”.
El organismo denunció que “hoy los funcionarios del gobierno que niega el genocidio, que pretende imponer una vez más la política de los dos demonios, bailan alegres y borrachos en el Centro Clandestino de detención donde miles de compañeros sufrieron las peores torturas. Repudiamos este nuevo ataque a la memoria y a la historia del pueblo argentino”.
Hasta el momento desde la Secretaría de Derechos Humanos que conduce Claudio Avruj no desmintieron ni confirmaron que haya habido una directiva de prohibir la difusión de fotos y videos sobre la “fiesta” realizada en el predio de la ex ESMA. Sin embargo, tampoco hay información pública sobre el carácter de esa misma fiesta, quiénes participaron o fueron invitados ni mucho menos qué tipo de discursos (si los hubo) o menciones realizaron los responsables de esa secretaría de Estado.
Mientras tanto, desde la AEDD exigieron, una vez más, que se instrumente el inmediato cese de actividades ajenas al funcionamiento específico de la ex ESMA, que se restituya el Casino de Oficiales y todo el predio a su condición original, “tal como fue entregado en 2004 a los gobiernos Nacional y de la Ciudad de Buenos Aires”, que se integre “en forma efectiva e inmediata el Campo de Deportes al Espacio Para la Memoria ESMA” y el “retiro inmediato de todas las oficinas públicas”.
Incluso Ex Detenidos Desaparecidos exige al Presidente Mauricio Macri que “se separe de su cargo a la máxima autoridad del organismo que organizó esta ’fiesta’”, es decir el mismo Claudio Avruj.
Por último el organismo de derechos humanos declaró que no permitirán “que se banalice la memoria, ni se pretenda el olvido, ni se intente la reconciliación con los genocidas. Porque exigimos justicia por todos los compañeros detenidos desaparecidos, decimos como siempre que no habrá olvido, ni perdón, ni reconciliación”. |