El día de ayer, se anunció el pago de un bono de dos mil pesos para los metalúrgicos, a efectuar en los meses de enero y marzo. El mismo se encuentra por fuera del convenio colectivo del sector.
El acuerdo fue entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y entidades empresariales entre las que se encuentran la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA) y otras cámaras de autopartistas.
"La cámara firmó el bono en el marco del acuerdo de la UOM, la Unión Industrial Argentina (UIA) y el Gobierno", señaló Ammaturo, titular de CAMINA. Una verdadera confesión de parte hecha por el empresario: efectivamente, fueron los lazos entre la burocracia, las patronales y el Estado, las que permitieron que en 2016 hubiera casi 30 mil obreros metalúrgicos despedidos o suspendidos -según cifras oficiales-.
Como si fuera poco, Ammaturo ya aclaró que "el bono tiene una cláusula para las empresas en dificultades, incluidas en el Programa de Recuperación Productiva (REPRO) o con suspensiones".
En este marco, el bono resulta una migaja, que fue acordada para evitar que crezca la bronca entre los trabajadores frente a la tregua sindical que marcó todo el año pasado.
|